sábado, 30 de abril de 2011

Sobre la infame propaganda de los galácticos


LA INMENSA BOLA DE MIERDA MADRIDISTA

Existe una clase de gente que se cree superior al resto de los mortales: Florentino es su Dios y Mourinho, el infalible Papa. A su alrededor tienen una corte mediática que popularmente se conoce como "La Central Lechera", constituida por una serie de periodistas mediocres y enchufados cuya misión es mantener al personal alimentado con tópicos, prejuicios y patrañas. Especialistas en mirar las cosas del lado del canon merengue, dando lo mismo que se contradigan unas con otras. Son sus dogmas de fe, y el primero de todos es que son los mejores del mundo mundial, cuando en realidad son una maraña de gentuza indigna y carente del más elemental sentido de la ética y la humildad.


Que una afición hable de injusticias arbitrales favorables al FC Barcelona da que pensar dos cosas: si los que lo afirman son personas mayores, hablan desde la experiencia propia, puesto que el Real Madrid es el equipo más ladrón de la Historia. No sólo durante la dictadura de Franco, sino después, bajo los mismos perros con el collar de la democracia. Se han beneficiado con los capitostes que dirigían las federaciones de árbitros y balompié, un tal Plaza y un tal Porta, alcanzando el clímax con José María Aznar en el poder. Muchos partidos ganaron a base de Gurucetazos. En segundo lugar, si los que se tragan la parafernalia exculpatoria son jóvenes, su posición se explica por la ignorancia de un pasado que desconocen, bien porque no lo estudian o no les importa, bien porque no les interesa informarse. Me resulta repugnante oír mentar la soga en la casa del ahorcado cada vez que oigo a un madridista confeso quejarse de los árbitros.


Ahí tenemos la farsa montada por un repelente y soberbio papanatas llamado Mourinho, un míster del antifútbol que tuvo una primera parte a un equipo supersónico agazapado en su campo y utilizando como estilete ofensivo a un defensa central. Un abanderado del catenaccio italiano que mantuvo calentando en la banda durante casi toda la segunda mitad a dos estiletes atacantes, Higuaín y Kaká, como burlándose de la posibilidad de dar espectáculo, porque no los sacó nunca. Y en el otro lado a un sensato y comedido Guardiola brindándole una oportunidad a un chiquillo de 19 años, Sergio Roberto, cuando el marcador era claramente favorable y el trencilla estaba a punto de pitar el final.

Pepe pisando el tobillo de Messi sin intención de disputar el balón

Ahora vienen los madridistas a decir que la cámara superlenta demuestra que Alves simuló una brutal falta. ¿El árbitro tuvo la oportunidad de verla en el campo, o tiene dos ojos y unos segundos para decidir? Lo que yo contemplé en televisión me pareció de una mala intención punible, porque una entrada en plancha como ésa puede romper la pierna de un contrario. Y es ahí donde la roja directa encuentra toda su justificación según el reglamento. Buscar como excusa de la derrota una expulsión justa, teniendo un 28% de posesión del balón y disparando tiros de falta directamente a la grada, es de rácanos y miserables.

Otra vez el ínclito Pepe confundiendo el kárate con el fútbol

¿Pero qué se puede esperar de un equipo que se gasta 5 millones de euros en una joven promesa del fútbol nacional como Canales al que no convoca en toda la temporada? ¿Qué se puede pedir a un club que pagó 30 millones de euros por Pepe, la cifra más alta en toda la historia del fútbol pagada por un defensa, para traer a un desequilibrado que en ese momento no era ni internacional siquiera? ¿Qué clase de aristocracia pretenciosa, derrochadora, cruel e injusta, es aquella que en medio de una crisis económica global invirtió 94 millones de euros en fichar a un Cristiano Ronaldo que en 90 minutos hace tres apariciones y en ninguna se va de nadie? Estos madridistas son los mismos que apoyan al Partido Popular y llevan pidiendo desde hace años un adelanto de la convocatoria a las urnas, como si el gasto de la campaña preelectoral fuera a reactivar la economía. Lo hacen porque son plenamente conscientes de que con Mariano Rajoy de presidente volverán a pasar el rodillo de la injusticia merengue por encima de todos. Éstos son los que piden limpieza democrática y llevan imputados en las listas para las próximas elecciones municipales. Los que se creen tan blancos en su pureza moral y luego se dedican a integrar redes corruptas como la trama de Gürtel. Éstos son los que gobiernan en la Comunidad Valenciana y no pagan ni el servicio de Correos, suspendido por la acumulación de millones de euros en deudas.


A estos hinchas se les llena la boca con la palabra España y luego presumen con un equipo plagado de mercenarios impresentables y carísimos. Llevan la bandera española al Santiago Bernabéu y luego sacan a un vasco, un sevillano y un madrileño en la portería hasta para la competición de la Copa del Rey, cuando cualquier equipo modesto, como la misma UD Las Palmas, da la oportunidad al suplente de jugar esa competición. De ese guardameta llevan diciéndonos que es el mejor del mundo cuando el número 1 era Buffon, y siguen diciéndolo ahora cuando el mejor portero del momento es Neuer, el arquero alemán del Schalke 04. No tienen más que tres españoles entre los titulares, el resto son inmigrantes de lujo, pero se consideran más españoles que nadie. Madrid es una ciudad donde hay gente muy buena, normalmente colchonera, pero donde desgraciadamente hay demasiados chorizos que te quieren hacer ver que el papel de España en el planeta es el no va más, como si fuéramos Estados Unidos, Japón o China.


Una cura de humildad les vendría bien a toda esta chulapería afrentosa, por eso cada vez que pierden espero a ver si se corrigen, pero no. Siguen erre que erre, tomándose a sí mismos por la crema de la sociedad, por el mero hecho del dinero que recaudan y dilapidan. Sigan así, elaborando mentiras sobre Barcelona y Cataluña, insistan en despreciar al pueblo, la geografía y la cultura catalanas, no se cansen de llamarlos “polacos” despectivamente, persistan sin querer apreciar la belleza de un idioma hermano, prorroguen sus ruines mezquindades mirándose el ombligo, continúen presumiendo de la Décima Copa de Europa que todavía no han logrado, manténganse abusando de su posición de poder, sigan ejerciendo el papel de mamones y abusadores que han hecho durante toda su vida. Pero luego no pidan que encima les riamos las gracias los que hemos padecido su tiranía y expolio cuando se beneficiaban sistemáticamente de unos fallos arbitrales que siempre les hacían partir con ventaja en las competiciones.

martes, 26 de abril de 2011

Del amor en los tiempos de las locutoras


OPERATOR

Operator, oh, could you help me
place this call? You see the number
on the matchbook is old and faded.
She's living in L. A.
with my best old ex-friend Ray.
A guy she said she knew well
and sometimes hated.
Isn't that the way they say it goes?
But let's forget all that
and give me the number
if you can find it. So I can call just
to tell them I'm fine and to show
I've overcome the blow,
I've learned to take it well.
I only wish my words
could just convince myself
that it just wasn't real,
but that's not the way it feels.


Operator, oh, could you help me
place this call? 'Cause I can't
read the number that you just gave me.
There's something in my eyes
you know it happens every time.
I think about the love
that I thought would save me.
No, no, that's not the way it feels.
Operator, oh, let's forget
about this call. There's no one
there I really wanted to talk to.
Thank you for your time.
Oh, you've been so much
more than kind!
You can keep the dime.

(Canción compuesta e interpretada por Jim Croce en el álbum
"You don't mess around with Jim" publicado en 1972)

La canción también apareció en un disco sencillo

SERVICIO TELEFÓNICO

Señorita, ¿podría ayudarme
a realizar una llamada?
El número que apunté
en una caja de fósforos
está desgastado y borroso.
Sé que ella vive en Los Ángeles
con mi mejor amigo de toda la vida.
Un tipo al que ella decía conocer muy bien
hasta el punto de llegar a odiarle.
¿No es así como a veces suceden
algunas historias de amor?
Pero bueno, vamos a olvidarnos
de todo resquemor y agravio. Déme
el número para poder llamarla,
si es que logra encontrarlo.


Quisiera ponerme en contacto con ella
sólo para decirles a los dos
que me encuentro muy bien.
Debo mostrarles que he superado
el trauma y aprendido a encajar los golpes.
Ojalá mis palabras pudieran convencerme
y lo que pasó no me importara.
Desgraciadamente, no es así y estoy
sufriendo por lo que me hizo.
Operadora, ¿podría ayudarme a marcar
su número de teléfono? Es que ni siquiera 
puedo leer el que acaba de facilitarme.


En momentos como éste brotan en mis ojos
lágrimas que me impiden ver correctamente.
Y todo porque recuerdo el amor que me juró
y con el que creí que me salvaría para siempre.
Mire, pensándolo mejor, no llame,
porque no me siento en condiciones,
no estoy preparado para hablarle
encontrándome como me siento.
Señorita, olvide todo lo que le pedí.
No hay nadie ahí afuera con quien necesite
comunicarme realmente. Gracias por perder
su valioso tiempo conmigo. Ha sido
usted muy amable. Puede aprovechar,
si lo desea, el resto del tiempo para hablar
con el saldo sobrante de mis monedas.

(Traducción de Andrés González Déniz)

miércoles, 20 de abril de 2011

La solución final del pijofascista Alberto Ruiz

Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez
(Madrid, 1958)
El alcalde que combate la miseria ocultándola a la vista

EL ALCALDÍSIMO SE MOLESTA

Estoy completamente a favor de la propuesta de Gallardón de retirar a los mendigos de la vía pública siempre y cuando Gallardón vaya incluido en la propuesta. No hay mayor pedigüeño que este alcalde que los madrileños nos echamos a la chepa cada cuatro años porque somos un pueblo masoca donde los haya y porque nos gusta el cemento más que a un tonto una tiza.

Persona durmiendo a la intemperie en la castiza calle de Fuencarral

Mientras los mendigos piden pan con ayuda de una lata y un perro, el alcaldísimo reclama pasta a todas horas para tapar la interminable sangría de su desgobierno, esa sucesión de obras chorras y caprichos faraónicos con que ha dejado Madrid arruinada para varias generaciones y resquebrajada de arriba abajo.

Un nuevo escudo para la rancia especulación inmobiliaria

Gallardón, al estilo de Franco en sus tiempos de gloria, quiere las calles limpias como la patena para que no estorben al paso de su limusina ni le rompan el efecto hojaldre de sus bonitas zanjas. No le importan un carajo los andamios, los socavones ni las vallas que alfombran la capital: en cambio (ya ves tú) le joden los pobres. Le molesta tropezarse con la realidad según asoma la nariz por su palacio, sobre todo desde que la realidad se ha llenado de hambre y roña.

Zapatero los deja tirados y Gallardón pretende enjaularlos

El alcaldísimo quisiera una calle gélida y solitaria como los pasillos de su Politburó de Cibeles, donde dicen que toca la campanilla para avisar que va, y fuera no queda ni el gato. A Gallardón no le gusta codearse con el resto de los mortales, esa gentuza que le trae el periódico y le sirve el café con leche, salvo cuando llegan las elecciones. Entonces abre la ventana del sarcófago para que se aireen los decretos franquistas y el olor a moho, y sale a pedir votos y a rebozarse en puro populacho.

Albertito siempre ha sido el monaguillo del grupo PRISA=PSOE dentro del PP

Desde que se ha aposentado en Cibeles, el Palacio de Correos ha adquirido la estampa de un castillo en Transilvania, la silueta de un mamotreto pringado en obras perpetuas para recordar a sus esclavos cuánto le gusta a su caudillo por horas desayunar con el ruido de las hormigoneras de fondo y el aroma a cemento recién hecho. Atrincherado en su mausoleo, pertrechado de votos, de cientos de asesores, de proyectos fracasados y de bocetos olímpicos carísimos que ahora sólo sirven de papel higiénico, no para de imaginar nuevas paridas con las que malgastar un dinero que ya no tenemos.

Tarjeta de visita de la capital de España: pura escombrera moral y física

Abrir una zanja, tirar un viejo mercado, cambiar una estatua de sitio, cualquier memez donde pueda hincar la pala de una excavadora. No está muy claro dónde va a meter Gallardón a tods esos indigentes que le afean los bulevares y las avenidas. Lo más probable es que tenga que excavar otro túnel y encerrarlos dentro porque da la impresión de que no va a invitarlos a todos a tomar café en su despacho.

(Artículo de opinión del escritor David Torres publicado por el diario "El Mundo" en su edición de papel correspondiente al viernes 15 de abril de 2011)

David Torres
(Madrid, 1966)

martes, 19 de abril de 2011

Sobre la embriaguez del amor mientras dura

Cary Grant & Audrey Hepburn

CHARADE

When we played our charade,
we were like children posing,
playing at games, acting out names,
guessing the parts we played.

Oh, what a hit we made!
We came on next to closing,
best on the bill, lovers until
love left the masquerade.




Fate seemed to pull the strings,
I turned and you were gone,
while from the darkened wings
the music box played on.

Sad little serenade.
Song of my heart's composing,
I hear it still, I always will,
best on the bill: "Charade".


(Canción compuesta a medias por el músico Henry Mancini y el letrista Johnny Mercer que fue llevada al éxito por el cantante Andy Williams en 1964)



FARSA AMOROSA

Cuando interpretábamos
nuestra obra de teatro
éramos como niños que posan
divirtiéndose con sus juegos,
poniéndonos diferentes nombres,
tratando de adivinar qué decir
y cómo actuar en el siguiente paso.

¡Qué gran éxito tuvimos!
Llegamos al punto de colocar
el cartel de no hay entradas.
Reventamos la taquilla y así
fuimos amantes hasta que el amor
se esfumó de nuestro baile de máscaras.


Los dos actores representando el amor en París junto al Sena

El destino parecía impulsarnos, caprichoso,
hasta que un día me di la vuelta y te habías ido,
mientras desde la oscuridad de la sala
en la máquina de discos seguía sonando
la música que solíamos bailar juntos.

Era una triste serenata.
La canción que en mi corazón
todavía resuena, porque siempre
serás mi gran amor perenne.

(Traducción de Andrés González Déniz)

domingo, 17 de abril de 2011

Sobre el malestar civil en los tiempos que corren


¡INDIGNAOS!

Escribe Stéphane Hessel, único redactor vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que la peor actitud es la indiferencia, porque la facultad de indignación (y el compromiso que conlleva) es una de las características que definen la excepcionalidad del ser humano. El ser humano, que se desdibuja cuando olvida los motivos por los que merece la pena vivir una vida que se ensombrece por aquellos que la definen como algo cercano al infierno, aquellos que son capaces de habituarse a cualquier cosa. Hessel llama a la indignación contra la insoportable diferencia que existe entre los que más poseen y los que no tienen nada, mediando entre ambos polos una brecha cada vez más grande. Quiere que nos indignemos contra la vulneración de los Derechos Universales, ya reconocidos como tales y olvidados por determinados Estados bajo el nocivo criterio de la plena soberanía. Deberíamos indignarnos contra los campos de refugiados donde miles de personas reorganizan sus vidas, desplazadas de su lugar, encarceladas sin más explicación que una imposición autoritaria.


Stéphane Fréderik Hessel
(Berlín, 1917)

Hessel, a sus 94 años, reflexiona en su libro sobre el insolente poder del dinero, sobre cómo los bancos se preocupan exclusivamente de los sueldos de los dirigentes y los beneficios, amén de cómo los gobiernos sucumben al juego de la competitividad siempre en detrimento del interés general. Miembro de la Resistencia Francesa, reconoce que hoy se cuestionan las bases de las conquistas sociales de aquel movimiento en el que participó. Porque todo se arrastra al servicio de una sociedad en la que el único motor, el verdadero protagonista, el único actor real, es el dinero. "¡Indignáos!", dice, porque a partir de este sentimiento nos moveremos de un lugar que cuestionamos y podremos empujar a los que nos destruyen, a los que pisotean un conjunto de principios y valores sobre los que debe construirse la democracia de nuestro país.


¿Quién manda? ¿Quién decide? Los únicos que ya han superado la crisis son los mismos que la han provocado y nos han dejado nadando en ella. Se cuestiona la jubilación, la seguridad social, las ayudas a la dependencia, los derechos de los inmigrantes, pero no los paraísos fiscales ni las operaciones de altísimo riesgo que nos dejan tiritando. Esta ofensiva parte de financieros que mueven la marioneta del político que sólo baila al son de sus monedas. Vencimos al fascismo, pero continúa el totalitarismo vestido con traje de chaqueta. El libro de Hessel lanza un mensaje tan básico como necesario. Ordena los sentimientos contradictorios, la decepción y la impotencia. Define la realidad. Nos aconseja. Nos libera. Nos propone un punto de partida contra esta locura de la que somos víctimas. ¡Indignémonos! A ver si a partir de aquí nace alguna respuesta.

(Artículo de opinión escrito por la actriz Cayetana Guillén Cuervo y publicado por el periódico "El Mundo" el sábado 16 de abril de 2011)

Cayetana Guillén Cuervo
(Madrid, 1969)

viernes, 15 de abril de 2011

Un creador de lirismos en lengua catalana


Gabriel Planella
(Olot, Girona, 1958)

Per exemple: qui esquinça la tarda?

A quin preu, l'hora? D'on, el vent darrer?

Fa temps que en aquesta illa només sento
l'aigua sens calma, algú sonámbul que corre
entre xiscles d'atzavares i un buit

que inmens se'm clava a les sabates.

Playa de Algaiarens (Menorca)

Por ejemplo, ¿quién rasga la tarde?

¿A cuánto la hora? ¿De dónde el viento último?

Hace mucho que en esta isla sólo oigo
sin calma el agua, un sonámbulo que corre
entre gritos de agaves y un vacío

que inmenso se me clava en los zapatos.

Santa Ponsa (Mallorca)

Encara que closes trobis les portes
de façantes altes i blanques
i que de cop i volta callin
cent col.leccions senceres de ràdios,
o encara que el tren darrer plena
de buit deixi l'andana,
mai a ningú no diguis
en quin infinit vam trobar-nos.

Estación de Francia (Barcelona)

Aunque encuentres cerradas las puertas
de fachadas altas y blancas
y aunque de golpe callen
cien colecciones enteras de radios,
o aunque el último tren lleno
de vacío deje el andén,
jamás digas a nadie
en qué infinito fuimos a encontrarnos.

Park Avenue (Manhattan, New York)

PARK AVENUE, WHY NOT?

Fet mig camí, tornes entere.
La llum del contrallum
arriba líquida fins on et trobes,
talment un riu que es vessa
sobre els terrats de l'avinguda.
L'estiu ha corsecat
les branques abans d'hora,
i tu penses en els records
que són, en bona part,
tot allò que només som: un
fugaç galop d'instants
llançats cap a la posta.

Sunset on the skyline of New York

PARK AVENUE, WHY NOT?

Vuelves atrás a medio camino.
La luz del contraluz
llega líquida hasta donde estás,
así un río que se derrama
por los tejados de la avenida.
El verano reseca
las ramas antes de tiempo,
y tú piensas en los recuerdos
que son, básicamente,
todo aquello que sólo somos: un
fugaz galope de instantes
lanzados hacia la puesta de sol.

Staten Island (Nueva York)

STATEN ISLAND

Els carrers baixen molt plens
i tu fuges cap a platges
i molls de suburbi.
Entre esculleres i dàrsenes,
la mar es torna agra,
com sovint passa a ciutat.
Quan el dia s'esllavissa
els mercants paren motors
i al fons de la rada
es fa un cànon de silenci.
L'aire corre gràvid d'humitat.
Qualsevol cosa és sempre senyal
d'alguna altra.

"Verrazano-Narrows Bridge" que une Brooklyn con Staten Island

STATEN ISLAND

Las calles bajan muy llenas
y tú huyes hacia playas
y muelles de suburbio.
Entre escolleras y dársenas,
el mar se vuelve agrio,
como suele ocurrir en la ciudad.
Al deslizarse el día,
los mercantes detienen los motores
y al fondo de la ensenada
se hace un canon de silencio.
El aire corre grávido de humedad.
Cualquier cosa es señal siempre
de cualquier otra.

Cadaqués

HIVERN

Quan la nit esborra el paisatge
del meu hivern em pregunto si l'abriguen
els llençols transparents de l'agost.

Quan la nit esborra la pisarra
penso en l'olor del seus cabells, en el tacte
del seu cos i en si dorm despullada.

En aquesta terra ignota i descalça
amb autopistes, trens i deserts llarguíssims
hi ha dies regulars i d'altres pitjors.

Hi ha dies que els xiscles dels ocells aclaparen
igual que no veure gairebé ningú
mentre que el desig creix i em desgasta.

Ibiza

INVIERNO

Cuando la noche borra el paisaje
de mi invierno me pregunto si la abrigan
las transparentes sábanas de agosto.

Cuando la noche borra la pizarra
pienso en el olor de sus cabellos, en el tacto
de su cuerpo y en si duerme desnuda.

En esta tierra ignota y descalza
con autopistas, trenes y desiertos larguísimos,
hay días regulares y peores.

Hay días en que el estruendo de pájaros abate
lo mismo que no ver a casi nadie
mientras crece el deseo y me desgasta.

(Traducción de Jordi Virallonga)

Costa Brava