viernes, 23 de junio de 2017

Si nos dejamos llevar por quienes no saben, estamos perdidos

 
Alberto Royo
(Zaragoza, 1973)
Licenciado en Historia y Ciencias de la Música
 
MUCHAS DE LAS NUEVAS TEORÍAS PEDAGÓGICAS TIENEN UN EFECTO PLACEBO
 
“Hemos dejado que determinados gurús y supuestos expertos se apropien de conceptos tan importantes como son la emoción o la belleza, que son inherentes al conocimiento. Y les hemos permitido que vinculen el saber con el sufrimiento, la frialdad o el aburrimiento, cuando no hay nada más apasionante que aprender”
 
“La emoción no puede desligarse del conocimiento. Y a través del conocimiento y de la emoción que provoca, puede uno apreciar lo que es bello. Es difícil disfrutar con profundidad
de algo hermoso sin tener un cierto conocimiento”
 
“Discuto ese empeño por hacer alumnos e hijos «felices». ¿Quién no quiere que sus hijos lo sean? Pero un instituto no es un centro terapéutico, ni de ocio, ni de auto-ayuda. Es el lugar en el que se transmite conocimiento y cultura. Y el conocimiento y la cultura no te hacen desgraciado”
 
“No podemos ceder ante la vorágine anti-intelectual y fomentadora de la mediocridad imperante”
 
“Lo sorprendente es que estas figuras de la «educación-espectáculo» pocas veces son docentes. Sin embargo, elaboran teorías peregrinas para que otros las apliquemos en clase. Mire: enseñe usted, y de su práctica docente extraiga buenas lecciones. Entonces podrá compartirlas y tendremos en cuenta sus consejos porque siempre es bueno escuchar a colegas y contrastar experiencias”
 
“Hay una desconfianza generalizada entre todas las partes que intervienen en este proceso tan amplio que se llama educación. Los padres desconfían de los profesores, la sociedad desconfía de los profesores, los profesores desconfían de los padres, los políticos y los profesores desconfiamos los unos de los otros… Pero si no nos ocupamos cada uno de nuestra parcela, si no somos capaces de confiar en que el otro va a hacer bien la suya, al final esto acaba siendo un batiburrillo un poco histérico en el que los que salen perdiendo son los estudiantes”
 
“Vuelvo a las convicciones: sin esfuerzo no se aprende; esforzarse no es sufrir; hay que conservar lo que es valioso e innovar a partir de lo que conocemos, basándonos en la evidencia y en la experiencia”
 
“El fin de la escuela no puede ser la felicidad, sino el conocimiento, porque unos padres pueden hacer lo posible por proporcionar felicidad a sus hijos (y ni siquiera esto garantiza que lo sean), pero en la escuela deben aprender lo que los padres, por motivos obvios, no pueden enseñarles”
 
“La motivación la impulsa el conocimiento y no al contrario. Es imprescindible disponer de ciertos hábitos para progresar. El alumno más capaz necesita esforzarse menos, pero aquel que tenga dificultades, pero interés por mejorar, ha de recibir todo el apoyo que requiera”
 
“Es imposible adquirir pensamiento crítico sin antes adquirir conocimientos, pues el pensamiento acrítico no es pensamiento. Una persona que no sabe nada no puede ser auténticamente creativa”
 
 
Viñeta de Antonio Fraguas de Pablo, "Forges", (Madrid, 1942)
 
“Los saberes no prescriben. No son productos perecederos, aunque sí hay que estar atento a las nuevas herramientas”
 
“Precisamente en estas circunstancias «tan mudables» de las que habla todo el mundo es más importante, si cabe, tener convicciones y aferrarnos a los saberes permanentes y a las evidencias en los procesos de aprendizaje, en lugar de querer ser siempre tan «modernos» y dejarnos seducir por los cantos de sirena de la neuropedagogía, en relación con la cual tenemos muchas más expectativas que certezas”
 
“Nadie niega que los avances tecnológicos son beneficiosos, pero eso no nos puede llevar a postrarnos ante ellos y pensar que nos van a permitir renunciar al esfuerzo o al trabajo individual”
 
“Aunque todo esté «a golpe de click», para aprender sobre Cervantes, o sobre los vihuelistas del XVI, se sigue necesitando atención, constancia y memoria. Y unos conocimientos básicos sin los cuales es imposible que alguien pueda aprender por sí mismo solamente por tener conexión a internet”
 
“El papel del profesor es crucial, un profesor que sepa cuanto más mejor (recordemos la máxima de la escolástica medieval: «Primum discere, deinde docere») y que quiera enseñar lo que sabe y transmitirlo con el entusiasmo que desea despertar en sus alumnos, para intentar estimular en ellos el afán por saber cada vez más”
 
“Lo que sucede es que aquí hay muchos intereses (también económicos) a la hora de comerciar con productos «milagrosos» que casi siempre recurren a la estrategia de lo fácil y lo cómodo y la técnica de marketing idónea es despreciar lo tradicional sin ningún criterio, envolviéndolo en un halo fantasmagórico para crear la necesidad de adoptar aquello que interesa vender y que, en el fondo, muestra muy poco respeto intelectual por los alumnos”
 
“Estamos en la era de la postverdad, pero también de la posteducación, de la educación entendida como espectáculo”
 
“Hay que decir alto y claro que no es posible aprender sin pagar un precio, pero este precio es mucho menor que el de quienes comercian con la educación: me refiero al interés, a la disposición y a la voluntad. Nada de esto es incompatible con poder disfrutar del aprendizaje. Ni excluye, todo lo contrario, que el profesor dispense a sus alumnos un trato cercano y afectuoso, precisamente porque el profesor que considera que sus alumnos merecen ser personas cultas y formadas es el que más aprecio demuestra por ellos”
 
“No hay transformación importante en el cerebro humano que no sea con esfuerzo. Lo ha dicho el neurocientífico Mariano Sigman. Nada puede sustituir al esfuerzo individual”
 
“La motivación es importante, pero no es lo único. Y es el conocimiento el que debe impulsar la motivación”
 
 
Antonio Royo es también guitarrista y ha grabado un disco de música contemporánea titulado "Mistura" con el sello "Delicias discográficas"
 
“Todo profesor intenta plantear su asignatura de forma atractiva, acercarla de alguna forma a los intereses y el contexto de sus alumnos, seleccionar las actividades que puedan engancharles. Pero no podemos frivolizar con esto si consideramos valioso el conocimiento”
 
“Tenemos la obligación de confiar en el poder del conocimiento, en la literatura, la ciencia, la música. Porque en el saber y la cultura se puede encontrar deleite, por supuesto, pero en ocasiones el interés por aprender surge después de que uno se ha sumergido en el estudio”
 
“Condicionarlo todo al disfrute, entendido como un disfrute inmediato y superficial al que se puede aspirar de forma sencilla y cómoda, es un error y una mala lección de vida para nuestros alumnos”
 
“Tenemos que convencer a los jóvenes de que aprender algo que no les ha despertado interés de entrada también es bueno, pues van a encontrarse muchas veces en situaciones no deseadas que tendrán que afrontar, se sientan o no motivados”
 
“Aprender cuesta un esfuerzo. Y no hablo de sacrificios inhumanos o de sufrimientos inasumibles. Que cueste un esfuerzo da más valor al aprendizaje, pues la satisfacción de conseguir algo con tu propio esfuerzo es mayor que cuando te lo regalan”
 
“Decía Unamuno que el alumno que quiere aprender jugando termina jugando a aprender, y que el maestro que quiere enseñar jugando termina jugando a enseñar”
 
“En Infantil, tiene todo el sentido del mundo el aprendizaje lúdico. También es útil en Primaria aprender mediante el juego. Pero en la Secundaria, etapa en la que se debe profundizar en los contenidos y en la que se ha de procurar que el estudiante vaya madurando, no todo puede ser lúdico, aunque pueda utilizarse el juego como recurso, cosa que todos hacemos”
 
“Hoy no dejamos madurar a los alumnos que, sobreprotegidos, crecen como auténticos zangolotinos porque en lugar de enseñarles a enfrentar las dificultades, les enseñamos a evitarlas. ¡Si hasta se aconseja evitar decir «no» a los hijos y prohibir de manera positiva!”
 
“Suelo bromear con esto poniendo el ejemplo de un crío que está a punto de meter los dedos en un enchufe. ¿Cómo lo evitamos? ¿Diciendo: «querido hijo, sin ánimo de censurar tu comportamiento, coartar tu libertad, cuestionar tu espontaneidad ni establecer jerarquía alguna en esta plenamente democrática relación paterno-filial, me veo en la obligación de advertirte que introducir los dedos en el enchufe podría ser peligroso para tu salud»? Para cuando termines, el niño ya se te habrá electrocutado”
 
“Decir que a la escuela se va a aprender antes que a ser feliz es, en realidad, una defensa de lo obvio. Triste tiempo éste en el que hay que defender lo evidente”
 
“La nueva pedagogía quiere que el profesor sea una especie de medium. O de echador de cartas, ya no sé… Precisamente lo que un buen profesor ha de hacer es abrir los ojos de sus alumnos a un mundo desconocido. ¿Qué sentido tiene que yo como profesor trabaje en clase la música que ellos ya escuchan? Tendré que enseñarles otras cosas que, para empezar, no conocen o no escucharían motu proprio. Y tendré que ser yo, como profesional, el que les abra horizontes escogiendo los contenidos según mi criterio”
 
 
Viñeta que refleja una situación caótica frecuente en las aulas
 
“Hay que conseguir que poco a poco los alumnos se vayan adaptando a la escuela. Cuando terminen el instituto, la universidad… ¿Se va a adaptar el mundo a ellos? ¿O van a tener que adaptarse ellos a las situaciones que vayan encontrándose?”
 
“Planteémosles retos y ayudémosles a superarlos”
 
“Muchas de las nuevas prácticas docentes promovidas por las nuevas corrientes pedagógicas pueden ser incluso dañinas. Es difícil encontrar una base científica. Son efecto placebo, pura homeopatía pedagógica”
 
“Además hay algo que me parece especialmente grave: que algunas de las nuevas teorías se nos vendan como garantes de la igualdad o defensoras de los alumnos menos competentes, dejando a quienes no comulgamos con ruedas de molino como unos clasistas a los que sólo nos preocupan los buenos alumnos. Eso es sencillamente falso”
 
“Está más que demostrado que rebajar el nivel de exigencia sigue desahuciando al alumno menos capaz, al tiempo que incrementa el porcentaje de alumnos mediocres y es injusto con los alumnos brillantes”
 
“Un buen sistema educativo debe garantizar que cada alumno, independientemente de su capacidad, pueda desarrollar su potencial al máximo, proporcionando el apoyo que necesite a aquel que tenga más dificultades, porque es evidente que el alumno más capaz necesitará menos esfuerzo y, por lo tanto, también menos ayuda”
 
“Lo que no podemos hacer es admitir letanías mucho más seductoras, pero no reales, como la de las inteligencias múltiples, sólo porque nos resulta más cómodo pensar que todos somos inteligentes en algo”
 
“El profesor no evalúa de una forma arbitraria, ni tira los exámenes al aire a ver cuántos caen de un lado y cuántos del otro. Ni tampoco es sólo el examen el que decide qué nota va a recibir un alumno. Calificar es un modo en que el profesor, desde su posición de voz autorizada y de profesional de la enseñanza, valora si el alumno ha adquirido los conocimientos que debería haber adquirido”
 
“Cada cierto tiempo se debate si hay que eliminar las calificaciones numéricas o si los alumnos han de ser o no examinados. Es ridículo. Se ha conocido hace poco que los alumnos de Primaria en Cataluña ya no obtendrán un «suspenso» sino un «no logro». Es de chiste”
 
“Considerar que las tareas escolares "vulneran los derechos del niño" es sencillamente delirante. Son los alumnos con más dificultades los que más necesitan los deberes, porque al más capaz probablemente le baste con lo que trabaja en clase, pero no al que tiene menos potencial”
 
“Sobre los deberes hay evidencias de que en la Secundaria mejoran, en general, el rendimiento académico, más allá de un informe en el que se preguntaba a los alumnos si creían que los profesores mandamos demasiados deberes. ¿Qué esperaban que respondieran? ¿Que no? ¿Que debíamos mandar más? Seamos serios. Deberes, sí. Bien diseñados, ajustados a la edad y a la etapa, y apropiados para que los alumnos puedan repasar lo que el profesor les ha explicado y encontrar dudas”
 
(Fragmentos de una entrevista realizada por Carlota Fominaya al profesor de música Alberto Royo que publicó el periódico “ABC” el lunes 19 de junio de 2017)
 
 
La reciente publicación de este ensayo de 192 páginas en la editorial
Plataforma motivó que el periódico encomendara entrevistar al autor