viernes, 1 de diciembre de 2017

Transmitiendo valores con los números

 
 
El mundo de los guarismos desde una óptica
antropomórfica, imaginativa y sorprendente
 
CUESTIONARIO DE LECTURA
SOBRE EL LIBRO

NÚMEROS PARES, IMPARES E IDIOTAS

DE
JUAN JOSÉ MILLÁS

1. ¿Qué hay al otro lado del Sistema Métrico Decimal?
2. ¿Cómo se vendría abajo todo el Sistema Métrico Decimal?
3. ¿Qué quería ser el cero?
4. ¿Cuál es el número que cree no ser un número?
5. ¿Qué clase de lugar encontró el cero?
6. ¿Qué decidieron los expertos sobre el cero y la nada?
7. ¿Quiénes no podían vivir sin el cero?
8. ¿A quién nombraron rey los números del Sistema Métrico Decimal?
9. ¿Qué número quería llegar a ser un 5?
10. ¿Para qué quería ser un 5?

Adaptación teatral del libro

11. ¿A qué número se tragó el 4?
12. ¿Qué quería el 5?
13. ¿Por qué tenía fama de sabio el 9?
14. ¿Qué número tenía fama de buen cirujano?
15. ¿Qué número se convirtió en un 6?
16. ¿Hay que hacer caso a los espejos?
17. ¿Qué se es siempre en la vida?
18. ¿Por qué los humanos son humanos?
19. ¿Cuál es la condición indispensable para ser el primero?
20. ¿Quiénes hacen cosas feas con los números?

Escenario que sirvió de cartel a la obra interpretada
en Santa Cruz de Tenerife por el grupo "Teatrapaplus"

21. ¿Cuál es el chocolate especial para los ochos?
22. ¿Cómo son todos los unos?
23. ¿A qué le atribuía el 8 lo que le estaba ocurriendo?
24. ¿Qué quería el -8?
25. Además de vivir, ¿qué era lo siguiente que quería el -8?
26. ¿Cómo es el 3?
27. ¿Saben aritmética los números?
28. ¿Y las palabras saben gramática?
29. ¿Qué número iba a actuar en el Teatro Principal?
30. ¿De qué son capaces los números pares?

El rey Cero y su sirviente Uno

31. ¿Qué números persiguieron al 4 arrojándole objetos?
32. ¿Cómo se salvó el número 4?
33. ¿A qué le tenían miedo los números impares?
34. ¿Qué le preguntó el número 3 al dueño de un circo?
35. ¿Cómo murió el número 3 que decía ser un 4 mutilado?
36. ¿Qué signos tienen ventaja sobre las letras?
37. ¿Qué quería empezar Laura?
38. ¿Para qué?
39. ¿Qué hijo tuvieron un siete y una “sieta”?
40. ¿Y qué hijo les salió a un nueve y una “nueva”?

Antonio Fraguas de Pablo, "Forges"
(Madrid, 1942)
Humorista gráfico

41. ¿En qué se convirtieron un uno y una “una” cuando se casaron?
42. ¿Por qué se abolió la tabla de multiplicar?
43. ¿De qué se preocupa quizá demasiado el mundo?
44. ¿Qué es preciso para entender la realidad?
45. ¿Cuánto vale el número romano “L”?
46. ¿Y la “D”?
47. ¿Qué origen tienen los números que utilizamos?
48. ¿A qué número equivale la “V” de los romanos?
49. ¿Y la “M”?
50. ¿Y la “X”?

Juan José Millás
(Valencia, España, 1946)
Escritor y periodista

jueves, 30 de noviembre de 2017

Un libro que imagina el origen del alfabeto

 
2ª edición impresa en Madrid por la editorial Oxford en el año 2011
que cuenta con 201 páginas e ilustraciones de Albert Alforcea
 
CUESTIONARIO DE LECTURA
SOBRE EL LIBRO
EN BUSCA DE LAS VOCES PERDIDAS
DE
JORDI SIERRA I FABRA 

1. ¿Qué había olvidado la gente en el viejo reino de Anihabarad?
2. ¿En dónde se encontraba el reino de Anihabarad?
3. ¿Qué rey vivía feliz allí mucho tiempo atrás?
4. ¿Cuántos hijos e hijas tenía?
5. ¿De qué disfrutaba entonces su reino?
6. ¿Para qué acudía la familia real a las cuevas de Adjan una vez al año?
7. ¿Qué ocurrió en las cuevas de Adjan?
8. ¿Cuántos años de luto ordenó el rey Calib?
9. ¿Qué pasó después de transcurrido ese tiempo?
10. ¿Qué hizo un día el rey de Anihabarad?
11. ¿Para qué está hecho el ser humano?
12. ¿Qué pidió el rey a sus hijos?
13. ¿Cuánto tiempo estuvieron fuera del reino los hijos del rey?
14 ¿Qué pronunció el hijo del rey a su regreso?
15. ¿Y su hermana qué dijo a continuación?
16. ¿Cuál fue el tercer sonido que oyó?
17. ¿Cuáles fueron las dos primeras palabras que formaron?
18. ¿En qué se convierte una pequeña bola de nieve que cae desde lo alto de una montaña?
19. ¿Cuántos años pasaron para que volvieran a hablar los ciudadanos del reino de Anihabarad?
20. ¿Qué nombre descubrieron que tenía el rey?

Alfabeto fenicio
(1.200 a. C.)

21. ¿Y la reina?
22. ¿Y la montaña más alta?
23. ¿Qué podían hacer para evitar que las palabras fueran efímeras y se las llevara el viento?
24. ¿Cómo lo harían?
25. ¿Cómo se llamaba la pintora?
26. ¿Y el escultor?
27. ¿Y el herrero?
28. ¿Quién era la esposa del herrero?
29 ¿Sobre qué animal partió el herrero para cumplir su misión?
30. ¿Qué significa el nombre de la montaña “Amud”?
31. ¿Cómo comprendemos lo que somos?
32. ¿Por qué muchos hombres olvidan que lo son?
33. ¿Cuál es el alma de la vida?
34. ¿Qué es lo que tiene cada persona?
35. ¿Dónde reside todo?
36. ¿Qué le mostró el anciano a Alphabet?
37. ¿Cuál fue la primera letra que formó Alphabet?
38. ¿A qué tiene derecho todo caminante?
39. ¿Cómo llamaban a los bueyes en el poblado?
40. ¿Cuál es el signo ausente en el habla?

Alfabeto griego
(Siglo IX a. C.)

41. ¿De dónde salió la “A”?
42. ¿Qué animal era esbelto, de ojos altivos y cabeza señorial?
43. ¿Quién era Diéresis?
44. ¿De dónde sacó Alphabet la letra “C”?
45. ¿Por qué la “C” tiene dos sonidos?
46. ¿Para quién era más importante lo que era que lo que hacía?
47. ¿Cuál es la primera fuente de la riqueza natural?
48. ¿Quién era Paréntesis?
49. ¿Qué profesión tuvo el ermitaño?
50. ¿Qué es Yod?
51. ¿Qué es Kaf?
52. ¿De quién se enamoró Paréntesis?
53. ¿Cómo se llama el reino del padre de Yelil?
54. ¿De dónde salieron la “I” y la “K”?
55. ¿Cuántas serpientes debía capturar el niño de los matorrales?
56. ¿Cuántas serpientes de agua capturó Alphabet?
57. ¿Cómo se llamaba el niño?
58. ¿A qué dos letras dio origen la serpiente de agua?
59. ¿Qué temían los vecinos de la ciudad?
60. ¿Cuál era la clave de su inseguridad?

Alfabeto etrusco
(Siglo VIII a. C.)

61. ¿Qué hizo cambiar a la ciudad?
62. ¿Cómo se logra la felicidad?
63. ¿Qué riqueza hallaron en el lago?
64. ¿Cuál es la ciudad más triste del mundo?
65. ¿Qué significa “bet”?
66. ¿Cómo llamaban a las puertas?
67. ¿Quién era Comilla?
68. ¿Qué es lo bueno o malo de las cosas?
69. ¿En qué se fijó Alphabet para hacer la “U”?
70. ¿A dónde pertenecemos todos?
71. ¿Quiénes eran Sluff y Flish?
72. ¿A qué letras dieron lugar el ojo, la boca y la oreja?
73. ¿Qué nos hace inseguros?
74. ¿De qué no están libres los pájaros?
75. ¿De dónde inventó Alphabet la “V” y la “W”?
76. ¿Y la letra “Y”?
77. ¿Quién era Yodia?
78. ¿Cuál es el mayor de los dones de la vida?
79. ¿Cómo era la Selva del Origen?
80. ¿De dónde sacó Alphabet las letras “X” y “G”?

Alfabeto romano
(Siglo VII a. C.)

81. ¿Cómo describió Yodia el mar?
82. ¿Y qué era “un mar sólido”?
83. ¿Cómo se llamaba el inventor?
84. ¿Dónde viven los unicornios?
85. ¿Quiénes resultan siempre simpáticos?
86. ¿De dónde surgió la letra “Q”?
87. ¿A cuántos hombres encontró Alphabet en una taberna?
88. ¿Qué era “Mem”?
89. ¿Cuál era el símbolo del pueblo del mar?
90. ¿De dónde salieron la “M” y la “J”?
91. ¿A quién le faltaba un ojo y tenía una pata de palo?
92. ¿Qué hacen los estandartes?
93. ¿De dónde surgieron la “T” y la “Z”?
94. ¿Qué tiene todo en esta vida?
95. ¿Qué había al otro lado de las montañas de las nubes perpetuas?
96. ¿Quién era Safrania?
97. ¿De dónde sacó Alphabet la “L” y la “LL”?
98. ¿Qué son los sueños?
99. ¿Quiénes son los del pueblo de los que admiran?
100. ¿De dónde salió la letra “E”?

Alfabeto hebreo
(Siglo III a. C.)

101. ¿Y la letra “F”?
102. ¿Cuál es el mejor regalo de un niño?
103. ¿Quién era Letera?
104. ¿Qué hizo Alphabet con las virutas sobrantes de las letras que forjó?
105. ¿De dónde salió la coma?
106. ¿Y el punto?
107. ¿Y la tilde?
108. ¿Y las comillas?
109. ¿Y los paréntesis?
110. ¿En homenaje a quién puso Alphabet el nombre a las letras?
111. ¿Qué letras proceden de los jeroglíficos egipcios?
112. ¿Qué letras crearon los fenicios?
113. ¿Y los griegos?
114. ¿Y los romanos?
115. ¿Qué significa “Alef”?

Jordi Sierra i Fabra
(Barcelona, 1947)
Escritor y crítico musical

sábado, 7 de octubre de 2017

¿Desde cuándo el egoísmo nacionalista es progresista? Puede ser romántico, pero es decimonónico, irracional y reaccionario


 
El nuevo trío matamoros: Carme Forcadell, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, tres delincuentes fuera de la ley que deberían estar dentro de la cárcel
 
DÍAS DE INFAMIA

Vivimos días de infamia (descrédito, deshonra, maldad, vileza, en el diccionario de la RAE). Para mí sigue contando mucho el crédito (o la reputación) y la honra (palabra por cierto pariente de «honorable»), que me remite a respeto y a la honestidad. Admito incluso cierta tolerancia con la maldad. Pero lo que no soy capaz de sobrellevar es la vileza, que me parece una expresión destilada de la indignidad. Cuando contemplo lo que está sucediendo (suceso es el término más adecuado) en Cataluña, se me vienen a la cabeza esas palabras (infamia, sobre todas ellas) y me pregunto si las palabras en que yo creo se las ha llevado el viento (el temporal) o es que ya da todo igual. Quizá sea que ya no encajo con las modas de estos tiempos de la posverdad en que parece que se nos hubiese nublado el conocimiento y anulado la razón; en que las ideas han quedado reducidas a lemas; en que el pensamiento se ha sustituido por el espectáculo, los sujetos por seguidores y la ciudadanía por el público (y para algunos, el pueblo). En que la reflexión ha dejado paso a una banalidad convertida en bálsamo mágico de encantamientos de fascinación (y fraude) social; y en que lo que importa no es la realidad sino la distorsión que se hace de ella.
 
Acoso de la independentista turbamulta infame a la policía nacional
que acudió a Cataluña para defender la legalidad democrática
 
Es esto lo que me deja atónito cuando oigo hablar a ese trío, igual de dotado para el sainete que para el drama, formado por Junqueras, Puigdemont y Forcadell. Aunque les confieso que lo que me ha llevado a un absoluto estado de desolación (y a un voluntario exilio como antiguo seguidor culé) ha sido el ver llorar a Piqué. Como experimento además un hartazgo, que supongo ampliamente compartido, no sé si la famosa DUI (“Declaración Unilateral de Independencia”, que a mí me suena a dispositivo contra el embarazo no deseado) me pillará viendo la televisión. Dejo, por eso, los análisis políticos para otros y prefiero ahondar algo en la clave psicológica de este «independentismo en el diván» capaz de imaginar todos los agravios y de ignorar todas las asimetrías. Las asimetrías de un modo de relación que cuenta con un himno para aplaudir y otro para silbar; que considera libertad de expresión abroncar a un jefe de Estado y no tolera la más leve desaprobación a un jugador del Barça; que establece como democráticos los derechos de su mitad mientras deja orillados a los de otra mitad, al parecer sin derechos; que invoca diálogos que acalla a voces; que denuncia violencia física y ejerce violencia institucional; que ha alcanzado ese refinado grado de maldad que consiste en presentarse como propietarios de la bondad.
 
Violencia intimidatoria de los secesionistas con gritos, insultos y escupitajos hacia la Guardia Civil para que abandonase los hoteles de Calella donde se hospedaban
 
El edulcorado independentismo «friendly» de antaño (el de los chicos con gafas coloridas de patilla recta que se han descubierto daneses y miran por encima del hombro para convertir la diferencia en preeminencia) ha transmutado ahora en un «independentismo insurgente» (¿a base de mezclar los trajes de “El Corte Inglés” con las camisetas del Born?) empecinado en arrastrar al «pueblo» a un viaje hacia ninguna parte, o mejor, hacia esa parte en que las élites (el nacionalismo es una mercancía de élites, que compran fácilmente las supuestas izquierdas progresistas) se hagan más dueñas de su exclusivo (y excluyente) país. Un independentismo que quiere jugar el partido en el campo que en cada caso más le convenga, a la carta, «sui generis» para no establecer fronteras económicas y mantenerse en el euro, para construir un nuevo Estado pero sin cambiar de pasaporte (español). Y todo unilateralmente, negando y desafiando la ley, poniendo en jaque a la nación, a la democracia, a la Constitución y llamando a la insurgencia.
 
Furgonetas de la Guardia Civil en Calella abandonadas a su suerte en medio de una marabunta de fanáticos e intolerantes separatistas que los acosaban
 
Nadie se había atrevido a tanto (ni en Escocia ni en Quebec, tan inspiradoras en otros tiempos), ni nunca como ahora había llegado a tal dislate lo que se presentaba como una “revolución de las sonrisas” conducida por cínicos personajes sin reparos para la argucia, el engaño, la manipulación y el ventajismo. Pero ya no es tiempo para bromas. Para la broma de que decidan unilateralmente ellos lo que también me afecta a mí; de que me retiren el derecho a decidir que tanto invocan y yo también tengo; de que fracturen una sociedad para muchos años; de que impongan con su ruido la ley del silencio. Para la broma que no toleraría ningún Estado europeo de dejarse arrebatar el 20% del PIB, ni el bienestar y la convivencia alcanzados en 40 años de Constitución, y hacerlo, además, con una complaciente sonrisa.

(Artículo de opinión escrito por Juan Antonio Vázquez García y publicado por el periódico “La Provincia” el sábado 7 de octubre de 2017)
 
 
Juan Antonio Vázquez García
(Boo, Aller, Asturias, 1952)
Doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales

jueves, 5 de octubre de 2017

El desatino ha llegado demasiado lejos

 
 
Así de cándidos y dialogantes son los independentistas catalanes
 
REPÚBLICA, QUIZÁS SANGRE

Puigdemont ha asegurado que se proclamará la independencia de Cataluña. Sólo faltaban los cardenales y los frailes de Montserrat para traernos a la memoria las imágenes de Mark Twain: "Las flotas de todo el mundo pueden navegar cómodamente en la vastedad de la sangre inocente que ha sido derramada por nuestra religión". Entre signos de caqui y de púrpura, movimientos de tropas, ternurismo pornográfico de agitadores con flores —mientras pinchan las furgonetas de los guardias y los acorralan—, la lucha continúa. El espectro de la extinta Convergencia y la CUP han convocado al president a un Pleno ordinario-excepcional el próximo lunes. Y cuando la patriada estaba a punto de apoderarse de Cataluña, Felipe VI ha tomado la senda de la Constitución. El Rey se ha puesto enfrente del populismo nacionalista y de su intentona apoyada por las masas. El mensaje llegó pocas horas después de la insurgencia y los amotinados han respondido así al Borbón: "Después de oír al Rey, república o república".
 
 
La bandera de la estelada se les va a romper de tanto usarla
 
Alfonso Guerra, uno de los padres putativos de la Constitución, como el Comendador, se ha bajado de la estatua para defender a su hija, declarando a Carlos Alsina que esta batalla la tienen que ganar los demócratas, no los golpistas, con los que no se debe negociar: "Todos los fascismos han nacido de un movimiento nacionalista". Se lo ha dicho a una izquierda tan entontecida que cree que lo de Cataluña va de democracia y de modernidad, cuando han reinventado la Edad Media reclamando fueros y cupos medievales. Activistas cercanos a los secesionistas me dicen: "Sabemos que el Estado está dispuesto a actuar con extrema dureza. Pero, ¿cómo explicarlo a la gente? Estamos a un minuto de que haya sangre. Hay un sector del soberanismo, el más pragmático, que cree que hay que llamar a elecciones para aclarar las tinieblas".
 
Desde hace 40 años se han ido haciendo tantas concesiones, tantas claudicaciones, se han ido cediendo tantas competencias que, al final, se ha llegado a un punto de no retorno con una gran masa de la población afectada por el lavado de cerebro
 
Los rebeldes no se salen de su discurso, según el cual esto va de democracia. Es inútil contestarles que en una democracia no puede haber un poder superior a las leyes. "Para ser libres —habló Cicerón— hay que ser esclavos de las leyes". Cuando el delito es apoyado por la multitud, la ilegalidad se olvida; por eso, un dirigente histórico del PSOE comenta: "Estoy muy preocupado. Nadie sabe cómo va a terminar esto". Se percibe el estado de desasosiego típico de las situaciones sin salida y va a resultar casi imposible lograr que la ciudadanía vuelva derrotada de los días de ensueño. Como escribía Josep Pla, "los políticos no le dicen a la gente que las cosas de este mundo son limitadas y relativas".
 
(Artículo de opinión escrito por Raúl del Pozo y publicado
por el periódico “El Mundo” el jueves 5 de octubre de 2017)
 

Raúl del Pozo
(Mariana, Cuenca, Castilla-La Mancha, 1936)
Escritor borgeano y periodista enciclopédico

martes, 3 de octubre de 2017

domingo, 24 de septiembre de 2017

Acerca de la importancia de la lectura

 
Viñeta de Joaquín Salvador Lavado Tejón, "Quino", (Ciudad de Mendoza,
Argentina, 1932) creador del personaje de tiras cómicas "Mafalda"

viernes, 15 de septiembre de 2017

La diferencia entre lo que es y lo que debiera ser



 
LA BUENA EDUCACIÓN

Los de mi generación hemos oído y asumido desde pequeños lo importante que era estudiar y formarse adecuadamente como personas para tener éxito en la vida y llegar a ser miembros destacados de la comunidad. Aspirábamos a conseguir aquellos objetivos que nos habíamos propuesto y nos esforzábamos poniendo los medios adecuados para ello. Unos cursaron estudios de formación profesional para incorporarse pronto al mercado de trabajo. Otros accedieron a la universidad y se matricularon en una carrera, bien por vocación o para ganar dinero. Incluso había quienes se veían sirviendo abnegadamente a los demás, hasta que una parte de ellos (mayor de la que esperábamos) descubrió después que era mucho más provechoso servirse de los demás y entraron en política. Por aquel entonces no había "ninis", concursantes de realities ni youtubers; tampoco tertulianos profesionales de las vidas ajenas. No se podía vivir del famoseo, así que había que trabajar duro o bien "ser de buena familia".
 
 
Las personas de bien trataban de hacer del mundo un lugar mejor para vivir aportando lo mejor de sí mismos. El país progresaba tras su mansa salida de una feroz dictadura y poco a poco íbamos acercándonos a los estándares europeos de calidad de vida en todos los aspectos, llegando con el tiempo a equipararnos con la mayoría de ellos en cuestiones como los derechos y las libertades, al menos a nivel declarativo. Los gobiernos de progreso que en España ha habido nos guiaron hacia la modernidad en la que quedamos definitivamente instalados, dejando atrás el aislamiento internacional y el atraso económico, social y político. Fuimos madurando como sociedad y enterrando nuestro pasado inmediato. Nuestros hijos no llegaron a conocer aquellos tiempos de universal austeridad, de plúmbea mojigatería, de insoportable patriarcado y de insuperables desigualdades sociales (aunque algo de todo eso aún permanece flotando en el ambiente).
 
 
Pero llegados a este punto, uno empieza a tener serias dudas de que ese evidente progreso de la sociedad española vaya a continuar por la misma senda construyendo entre todos un país soportable. A veces se tiene la sensación de que no todo el mundo parece interesado en contribuir a ello. Y no me refiero solo a los oligarcas que tratan de poner palos en la rueda del progreso social, como históricamente ha venido sucediendo. No hay que mirar tan arriba, pues proliferan, por ejemplo, aquellos que no tienen la menor intención de estudiar o de trabajar, de ser útiles a los demás. Ya sabemos que el mercado laboral no ofrece muchos atractivos y que las grandes y medianas empresas no son un dechado de generosidad en retribuciones y condiciones de trabajo, pero lo cierto es que nunca le han regalado nada a nadie.
 
 
Lo que pasa es que a algunos ciudadanos —a menudo quejosos de todo cuanto les rodea— se les ven muy pocas ganas de trabajar y muchas de pasarlo bien mientras otros paguen la factura. Luego está la cantinela esa de "la generación mejor preparada de nuestra historia" que no encuentra en el empresariado la acogida que merece. Permítanme que lo ponga en duda. Uno ha pasado más de un cuarto de siglo enseñando en la Universidad y ha visto desfilar a muchos alumnos y alumnas. Sin perjuicio de que en todas las épocas ha habido estudiantes muy brillantes y muy esforzados, lo cierto es que desde los años 90 hasta ahora he venido observando un declive en el rendimiento global, declive mucho más pronunciado desde la implantación del plan "Bolonia", que agudizó el problema. Indudablemente, y con las excepciones de rigor, la cultura del esfuerzo no está en la agenda de la mayoría.
 
 
Otra cosa es preocupante. Cuando me relaciono, como harán ustedes, con jóvenes trabajadores y profesionales de los más diversos campos, percibo una generalizada falta de cultura y de urbanidad. Sí, de esos buenos modales que demuestran correcta educación y respeto hacia los demás. Se habla a gritos, el tuteo con desconocidos es práctica común, no se cede el paso a nadie en ningún sitio ni el asiento a quienes lo puedan necesitar más que uno. El botellón se ha adueñado de todas las ciudades y pueblos. Se mea y se caga (con perdón) en plena vía pública sin ningún tipo de pudor (ellos y ellas). No se pide nada por favor ni se dan las gracias por la dedicación del prójimo. Todo el mundo se cree con derecho a todo, pero nadie se siente obligado a nada con los demás. Es la cultura del "sálvese quien pueda" y "primero yo" (como la doctrina Trump del "America First").
 
 
Y todo eso no pasa sólo en la indomable adolescencia, que tampoco sería disculpable, sino que hay talluditos y talluditas que rondan la treintena e incluso más que practican a diario todas estas habilidades sociales. Ciertamente, aún quedan personas de otra catadura, pero se baten en franca retirada ante el avance de las hordas de maleducados.
 
 
No obstante, hay un atisbo de esperanza de la mano de la selección natural darwiniana. Sí. Resulta que en otras latitudes (pero llegará pronto aquí), una nueva ocurrencia puede resolver el problema apuntado. Consiste —sorpréndanse— en arrojarse agua hirviendo por la cabeza o incluso en bebérsela a la fresquita temperatura de 60 grados en lo que ha dado en denominarse hot water challenge, un reto que se transmite vía nominaciones por la red. Se supone que únicamente un verdadero idiota aceptaría un envite como ése, por lo que, de esa manera, y por selección natural, ya quedarían bien determinados los que obviamente no pueden integrar la generación mejor preparada de nuestra historia. Las ventajas de internet.

(Artículo de opinión escrito por Carlos Suárez-Mira y publicado en el periódico “La Provincia” el martes 12 de septiembre de 2017) 
 
Carlos Suárez-Mira
(Carballo, Bergantiños, La Coruña, Galicia, España, 1966)
Magistrado titular del Juzgado de lo Penal nº 2
en El Ferrol y profesor universitario en excedencia