LA LLUVIA ÁCIDA
Es
como lluvia radiactiva. La atmósfera tóxica de un régimen que se desploma
mientras el país desayuna, almuerza y cena ante un aguacero televisado de
detenciones, redadas y paseíllos judiciales. La política está destruida porque
no hay modo de gobernar una nación bajo un turbión de escándalos concatenados
ni la gente puede confiar en unas élites inundadas de sospecha. El vínculo de
representatividad se ha roto y la vida pública navega a la deriva como un barco
desanclado. En la orilla se queda un pueblo paralizado de ira y de asombro en
el que crece la tentación de entregarse al oportunismo aventurero de los
populistas. Es la clase de momentos en que todo se va por el desagüe: la vieja “polis”
decadente, desengañada y vencida por su propia inercia, está a punto para la
llegada de los nuevos bárbaros.
El apellido de Francisco Granados, político del Partido Popular que fuera alcalde de Valdemoro, diputado, senador y consejero de la presidencia de la Comunidad de Madrid, da nombre a la última operación policial contra la corrupción, pues la denominación de la especie a la que pertenece la fruta de la granada es "Punica granatum" en latín
La
paradoja consiste en que el sistema se hunde justo cuando las instituciones
empiezan a depurar sus propios vicios, a limpiar la basura acumulada durante
décadas en los establos. El agio aflora porque la Policía, la Justicia y los
medios hacen su trabajo. España no es una sociedad corrupta: aquí no se soborna
por rutina a los guardias, ni a los médicos, ni a los funcionarios, como sí
sucede aún en algunos países de la Unión Europea. Pero la saturación de casos en
la cúpula dirigente provoca una sensación caótica de desconfianza, de
irritación, de desarme moral en una población atemorizada por su
empobrecimiento. Sucedió en la Italia de los 90 y en la Argentina de primeros
de siglo. La devastación transversal del tejido político. La certidumbre
perceptiva de vivir en una cleptocracia.
Ese efecto de cataclismo se produce por la desasosegante mezcla de corrupción institucional y marasmo social. Cuando los acusados de cohecho, evasión o enriquecimiento ilícito caen ya por lotes de cincuenta es inevitable que crezca el relato expiatorio de una ciénaga que embebe la ruina de los ciudadanos. El desparrame del abuso de poder, la degradación progresiva de los mecanismos de control y la galbana endogámica de los agentes políticos han extendido un estado de ánimo deprimente, de desarticulación, de hartazgo. Simplemente, los españoles han dejado de creer. La ausencia de moralidad en el sentido ético ha traído una desmoralización psicológica. Y el Estado como organización ha caído en el descrédito, a merced de cualquier oleada emocional que galvanice la voluntad de regeneración en un proyecto de ruptura.
La
situación es hipercrítica. Exige contundencia, liderazgo, velocidad de
reacción, energía quirúrgica. Y también una cierta sensatez colectiva frente a
la tentación de las salidas fáciles. Quizá incluso ya sea demasiado tarde para
todo eso, pero una democracia no puede resignarse a su agonía ni desertar de sí
misma. Ni permitir que los restos de honorabilidad que han dejado los ladrones
los usufructúen los traficantes de esperanzas.
(Artículo de opinión escrito
por Ignacio Camacho y publicado
por el periódico “ABC” el
martes 28 de octubre de 2014)
Ignacio Camacho López de Sagredo
(Marchena, Sevilla, 1957)
Columnista de opinión con licenciatura en Filólogía Hispánica
VOCABULARIO
turbión (de “turbio” y éste del latín “turbĭdus”): 1. sust.
masc. Aguacero con viento fuerte, que viene repentinamente y dura poco. 2. sust.
masc. Multitud de cosas que caen de golpe, llevando tras sí lo que encuentran.
3. sust. masc. Multitud de cosas que vienen juntas y violentamente y ofenden y
lastiman.
agio (del it. “aggio”): 1. sust. masc. Beneficio que se obtiene del cambio
de la moneda, o de descontar letras, pagarés, etc. 2. sust. masc. Especulación
sobre el alza y la baja de los fondos públicos. 3. sust. masc. agiotaje
(especulación abusiva).
cleptocracia (del gr. κλέπτειν-,
quitar, robar, y -κρατία, de la raíz κράτος,
fuerza, dominio, poder): sust. fem. Preponderancia de los ladrones en el
gobierno de un Estado.
marasmo (del bajo latín “marasmus”, ‘debilidad’, y éste del
griego “μαρασμός”): sust. masc.
Suspensión, paralización, inmovilidad, en lo moral o en lo físico.
cohecho (del latín “confectus”, participio de pasado del
verbo “confectāre”, arreglar, preparar): 1. sust. masc. Acción y efecto de
cohechar la tierra, es decir, alzar el barbecho o darle la última vuelta al
terreno antes de sembrarlo. 2. sust. masc. Tiempo de cohechar la tierra. 3. sust.
masc. Delito consistente en sobornar a un juez o a un funcionario en el
ejercicio de sus funciones, o en la aceptación del soborno por parte de
aquellos.
ciénaga (De “ciénega” y éste a su vez del latín “caenĭca”,
derivado de “caenum”, cieno, fango, barro): 1. sust fem. Lugar o paraje lleno
de cieno o pantanoso.
galbana1 (de origen incierto): 1. sust. fem. de uso coloquial.
Pereza, desidia o poca gana de hacer algo.
Viñeta de Andrés Rábago García, "El Roto"
galbana2 (del árabe
hispano “julbána” o “jilbána”, y éste del árabe. clásico “julŭbān”): 1. sust.
fem. Guisante pequeño. (Arcaísmo). (Término usado en Salamanca).
endogamia (del gr. ἐνδο-
, elemento compositivo que significa 'dentro', 'en el interior'. y del gr. -γαμία, que aporta el significado de 'unión'): 1. sust.
fem. Práctica de contraer matrimonio personas de ascendencia común o naturales
de una pequeña localidad o comarca. 2. sust. fem. Actitud social de rechazo a
la incorporación de miembros ajenos al propio grupo o institución. 3. sust.
fem. En Biología, cruzamiento entre individuos de una raza, comunidad o
población aislada genéticamente.
galvanizar (del apellido de Luigi Galvani (Bolonia, Italia, 9 de
septiembre de 1737 - 4 de diciembre de 1798), médico, fisiólogo, neurólogo y
físico italiano): 1. verbo transitivo. Aplicar una capa de metal sobre otro
mediante una corriente eléctrica. 2. v. tr. Dar un baño de cinc fundido a una
superficie metálica, para que no se oxide. 3. v. tr. Reactivar súbitamente
cualquier actividad o sentimiento humanos. 4. v. tr. En Biología, estimular
músculos o nervios mediante la aplicación de corrientes eléctricas.
usufructo (del latín “usufructus”): 1. sust. masc. Derecho a
disfrutar bienes ajenos con la obligación de conservarlos, salvo que la ley
autorice otra cosa. 2.sust. masc.
Utilidades, frutos o provechos que se sacan de cualquier cosa.
usufructuar: 1. verbo transitivo. Tener o gozar el usufructo de
una cosa. 2. verbo intransitivo. Fructificar o producir utilidad alguna cosa.
EXAMEN DE LENGUA ESPAÑOLA
1. Justificación de la tipología textual.
(2 puntos).
2. Contextualización. (3 puntos).
3. Título, autor, lugar y fecha de
publicación. (1 punto).
4. Elementos de la comunicación. (2
puntos).
5. Funciones del lenguaje. (2 puntos).
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