domingo, 5 de octubre de 2014

Ejercicio de comprensión y expresión escrita

Jugadores de la selección española de baloncesto decepcionados por la debacle ante Francia en el "Campeonato del Mundo FIBA 2014" que la dejó relegada a una nada despreciable quinta posición

DESASTRE A MEDIAS

Como esta Diada me ha parecido más el sucedáneo que el prólogo de la famosa consulta soberanista, con flores en vez de urnas, prefiero hablarles de la salida intempestiva de nuestra selección de baloncesto del Mundial en marcha. A algunos les parecerá exagerado hablar de desastre. Pero dada la importancia del deporte hoy, y, sobre todo, que no se trata de un caso aislado, sino de la última de una serie de derrotas, pienso que encaja tan ominoso adjetivo. 
Llueve sobre mojado. Más humillante fue nuestra eliminación en la primera ronda del Mundial de fútbol, partiendo como campeones. Y triste, muy triste, es ver desarbolada como la Invencible nuestra «armada» tenista en los principales torneos, tras la retirada de Nadal por lesión. Por no hablar de la sequía de medallas en atletismo, después de haber dominado durante años la considerada «prueba reina», los 1.500 metros, y quedarnos, como consolación, la marcha o el triatlón. Algo está fallando en nuestro deporte, tras una generación de campeones en las más distintas disciplinas. ¿Envejecimiento, falta de preparación, errores tácticos? Luego hablaremos de ello, porque antes hay que subrayar un hecho no menos importante y, por fortuna, más gozoso.

Integrantes de la selección española de fútbol abatidos tras la derrota frente a Chile por dos a cero que significó su eliminación de la "Copa del Mundo FIFA 2014" celebrada en Brasil

Me refiero al despliegue impresionante de nuestras atletas de un tiempo acá. Las nadadoras se han traído un montón de medallas de los campeonatos de Europa, mientras que los nadadores no se han traído ninguna. Ruth Beitia es la mejor saltadora del continente. En fútbol y baloncesto se baten con las mejores, y les ganan. Incluso en ese deporte sin apenas arraigo en nuestro país que es el bádminton, tenemos una campeona del mundo, tras derrotar a las asiáticas, que lo practican por millones. ¿Cómo es posible, se preguntarán ustedes, si se presta mucha menos atención al deporte femenino que al masculino? 
La única explicación es que las españolas le echan mucho más trabajo, entrega y afán que sus colegas masculinos. No sólo en deportes, sino en todas las demás actividades. Ya hay más universitarias que universitarios, y además sacan mejores notas. Es una lástima que las estadísticas no incluyan los ni-ni por sexos, pues estoy seguro de que hay muchos más chicos que chicas que ni estudian ni trabajan. A ellas no se les caen los anillos por aceptar un empleo por debajo de su preparación o cobrando menos. Están acostumbradas. 
Cómo se ha llegado a ello se comprende con la escena que habrán visto a menudo, si son usuarios del metro, como yo: en un vagón con solo un asiento libre, entra una señora con un hijo y una hija. No hace falta que la madre le diga al crío que lo ocupe, porque él toma posesión del mismo como si le perteneciese, mientras la madre y la hija se quedan de pie. ¿Cómo van esos niños, cuando sean mayores, a competir, en deportes o en el mercado, no ya con un francés o un alemán, sino con un chino o un coreano, nuestros competidores en el siglo XXI? Menos mal que nos quedan las españolas.

(Artículo de opinión escrito por José María Carrascal y publicado
por el periódico “ABC”  el viernes 12 de septiembre de 2014)

José María Carrascal Rodríguez
(El Vellón, Madrid, 1930)
Escritor y periodista

TEMA:

El imparable avance de la mujer en todos los ámbitos.

SUBTEMAS O TEMAS SECUNDARIOS:

- Fracaso masculino y éxito femenino en el deporte español.

- Abnegación femenina y afán de superación en la raíz de sus logros.

- Retroceso masculino, especialmente en el terreno educativo y el laboral.

RESUMEN:

Las selecciones masculinas de baloncesto, fútbol y tenis, además de los mejores atletas y nadadores españoles, han sufrido últimamente derrotas que nos hacen preguntar cuáles serán las causas. En comparación, las representantes españolas están obteniendo éxitos incluso en deportes tan minoritarios como el bádminton. Este hecho es un síntoma de lo que ocurre también en el mundo laboral y universitario. Las mujeres parece que se están esforzando más, mientras que los hombres se han acomodado.

En el competitivo mundo actual los hombres se están quedando atrás

COMENTARIO CRÍTICO:

El articulista demuestra dotes de observación al extraer consecuencias generales de una anécdota contemplada en el metro de Madrid. A partir de ésta, nos indica que muchos niños están siendo sobreprotegidos por sus madres, un factor a tener en cuenta para explicarnos la involución en todos los campos que se aprecia en la población masculina.
Comienza utilizando la ironía al equiparar los votos con las flores en el día de la celebración nacional de Cataluña. Desde luego, cometen un error grave los partidarios de la independencia si creen que alcanzándola su vida se va a convertir en un lecho de rosas. Imagino su amarga decepción dentro de unos años si llegan a conseguirla. Un país pequeño lo es en todas sus dimensiones, indefectiblemente también en la económica.

Mireia Belmonte García
(Badalona, 1990)
Medallista y recordwoman mundial en natación

En cuanto a los fracasos deportivos, Carrascal menciona tres causas probables: falta de entrenamiento, vejez sobrevenida en los atletas o errores en la estrategia cuando se trata de jugar en equipo. Sin embargo, al referirse a los éxitos femeninos, no hace mención alguna al porcentaje que en estos triunfos pueda haber tenido el dopaje, un mal tan extendido en el deporte. Si tenemos en cuenta que el doping del futuro inmediato va a ser genético, y por lo tanto, indetectable, mal asunto será éste para ofrecer una imagen limpia y saludable en nuestros deportistas de élite.
Por ahora, los medicamentos que enmascaran las drogas ingeridas ponen bajo sospecha cualquier medalla o trofeo logrados, tema espinoso sobre el cual la prensa española no tiene el menor interés en indagar a fondo. Y si nos referimos a la mejora de resultados que las mujeres están obteniendo en los sectores de la educación y el empleo, los datos no engañan. Psíquicamente maduran antes que los hombres. Eso les da una cierta ventaja y han sabido meritoriamente aprovecharla.

"El futuro será mujer o no será"
André Malraux
(París, 1901 - Créteil, 1976)

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