martes, 28 de octubre de 2014

Sobre las variedades de la lengua


LAS VARIEDADES LINGÜÍSTICAS

Según Eugenio Coseriu “una lengua histórica es un diasistema, un conjunto más o menos complejo de dialectos, niveles y estilos de lengua”. En efecto, una lengua histórica es aquella que se ha constituido con el tiempo en unidad ideal como referencia, pero en la práctica está formada por un conjunto de lenguas funcionales que en parte coinciden y en parte se diferencian sin llegar a distanciarse tanto como para perder la unidad. Una lengua histórica es, por tanto, una unidad ideal o koiné diálektos (lengua común) que presenta siempre variedades internas. Éstas se clasifican en tres grupos:

1. Variedades diatópicas: son las realizaciones de una lengua en las distintas zonas territoriales que abarca. Los sistemas que corresponden a estas variedades se denominan dialectos. En España existen las variedades dialectales septentrionales, meridionales, las de contacto con regiones bilingües (catalán, gallego, euskera, leonés y aragonés) y las hispanoamericanas.


2. Variedades diastráticas: son las establecidas en los estratos socioculturales de una comunidad lingüística. Se denominan dialectos sociales o sociolectos y pueden ser, a grandes rasgos, de nivel culto (caracterizado por la corrección y el dominio idiomático), común (cuyas características son el uso de un vocabulario más restringido, el empleo de muletillas en la lengua oral y el recurso a oraciones de escasa complejidad) o vulgar (sus peculiaridades son los titubeos en la lengua oral, uso de muletillas y palabras “comodín”, problemas en las construcciones gramaticales y dificultades de relación entre el pensamiento y la expresión del mismo).


3. Variedades diafásicas: se corresponden con las diversas formas expresivas de los hablantes en relación con la situación comunicativa o contexto situacional. Son los estilos de lengua o registros que podemos calificar de formales, informales, elaborados, técnicos, especializados, elevados, planificados, etc. Existen jergas profesionales y argots de grupos marginales. Cuando un argot es el único registro que es capaz de manejar un hablante, deja de ser una variedad lingüística diafásica para convertirse en diastrática.


Un cuarto grupo podría estar formado por las variedades diacrónicas que se corresponderían con los diferentes sistemas lingüísticos de una lengua a través de los siglos si nos atuviéramos a cada época determinada. Así, el idioma español utilizado en el siglo XVI sería una variedad diacrónica concreta del español como unidad ideal y lengua histórica. En cuanto a los idiolectos, se trata simplemente de las realizaciones de habla de cada individuo en tanto que cada hablante también muestra sus singularidades propias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario