jueves, 14 de abril de 2011

En torno a la abundancia del incivismo hoy

Esther Tusquets
(Barcelona, 1936)

"En España hemos pasado de la extrema rigidez y solemnidad del franquismo oficial al presunto igualitarismo de la democracia. Este cambio brusco ha generado una situación insólita en la que abundan infamias o pequeños delitos no penados por la ley que vienen a ser fruto de la mala educación, la falta de sensibilidad y sentido del ridículo, el egoísmo, la indiferencia ante el dolor ajeno, la tacañería, la vanidad, el arribismo y la incultura"

"Se ha perdido la costumbre de dar las gracias, cuando nada debería tomarse como algo natural y obligado"

"Me parece improcedente el uso indiscriminado del tuteo por parte de desconocidos. Es una grosería hablarle de tú a alguien"

"Los numerosos adeptos al ¡yo más! interrumpen al que ha empezado a hablar y lo sustituyen, convencidos de que lo suyo es más interesante, más importante, es más. La enfermedad fue más grave, el accidente más peligroso, la anécdota más divertida. Una variante del ¡yo más! es la pretensión de haberlo hecho todo antes y mejor"



"Son precisamente las mujeres, y no los hombres, las que recurren a un modo especial de colarse, que tiene la ventaja de no ser fácil de probar si alguien protesta: recorren toda la fila en busca de alguien conocido que ocupe un buen lugar en ella"

"Los españoles nos envanecemos a veces de lo que debería avergonzarnos, por ejemplo: no leer libros, hacer trampas o colarnos"

"La presencia de vecinos molestos, agresivos, muy ruidosos, intransigentes o poco tolerantes puede amargarnos la vida si no nos comportamos con cautela"

"Parece ser que con el paso del tiempo cada vez nos afectan menos los problemas de los demás y cada vez estamos menos dispuestos a prestarles ayuda. Cada vez son menos las personas que, en carretera, se detienen para ayudar a nadie. Y esto no dice mucho a favor de la sociedad en que vivimos"

"Parece a veces que la felicidad ajena, o simplemente lo que da placer a alguien, irrite a los demás. Que seas feliz (¡con lo mucho que cuesta conseguirlo y con lo poco que suele durar!), que las cosas te vayan bien, incluso el modesto logro de que lleves una existencia agradable o de que te diviertas, es vivido por otros -en ocasiones por tus propios amigos, por personas que te quieren- como un agravio"



"Desde niña supe que ser guapa era muy, pero que muy importante, y que la fealdad limitaba mucho los derechos y las posibilidades. La pequeña infamia la cometen las bellas que se obstinan en afirmar que no saben que lo son, que nunca se han tenido por guapas, algo que si no les basta con mirarse en el espejo, les habrá sido confirmado mil veces por la actitud y el comportamiento de los demás"

"Las llamadas telefónicas han tenido siempre para mí un pequeño matiz agresivo. Surgen de repente, estridentes, sin previo aviso, te pillan a veces en el momento menos adecuado, interrumpen cualquier actividad"

"Algunos amigos sienten propensión a ponerse automáticamente -no de forma ocasional, sino por sistema- de parte de los contrarios. Examinan la cuestión desde su punto de vista, encuentran para ellos justificaciones o atenuantes. Cuentas, por ejemplo, lo que consideras una canallada, y lo primero que se les ocurre no es: ¡vaya putada!, sino algo así como: ¿no será que tú...? Tal vez diste motivos, todos sabemos cómo eres..."

"Hay parejas tan, tan unidas, que sólo utilizan el plural para referirse a cualquier cosa. ¿Nunca salen del cine y a uno le ha gustado la película y al otro no? ¿No resulta un poco aburrido, un poco insulso? ¿No es más estimulante compartir la vida con alguien que tiene sus propias convicciones?"



"Hay padres que les tienen miedo físico a sus hijos. Miedo a que les peguen y maltraten. Que no pueden con ellos, que no logran echarlos de casa, que soportan todo tipo de abusos y extorsiones"

"El mundo está lleno de madres que creen siempre a ciegas lo que el hijo les dice y que toman siempre a ciegas partido por él"

"Las juntas de vecinos me parecen reiterativas, poco útiles y en absoluto cordiales. Una mera ocasión para lamentos interminables, para quejas de todo tipo, para decirnos unos a otros cara a cara cosas desagradables, para discutir iniciativas que casi nunca se realizarán"

"Cuando se sale con amigos, a menudo hay en el grupo un individuo que nunca lleva dinero encima (o que lleva un único billete de quinientos euros, que viene a ser lo mismo que no llevar nada)"

"Los tipos pobres se distinguen en los resturantes porque miran enseguida la carta, piden en cuanto se acerca el camarero y, si se equivocan, se lo callan"

"Las avalanchas salvajes hacia los alimentos se producen en lugares de lujo o de medio lujo. Es un feo contubernio de gula y avaricia. Los más característicos son los de los cruceros. Que algo sea gratuito o esté ya pagado vuelve loca a buena parte de la humanidad"



"A lo largo de mis ya muchos años de vida he acumulado
montañas de tiempo de espera. Tiempo de verdad perdido
esperando a un impuntual que no aparece"

"Los españoles hablan con frecuencia a gritos y muestran huellas de desinterés por lo ajeno en todas partes. En los aseos públicos de los bares, de las gasolineras, del avión, uno se acerca temblando sin saber lo que se va a encontrar. Incluso hay quien defeca o se orina en los vestíbulos de un edificio, en los ascensores o en la propia calle"

"Viajar en avión es en la actualidad más deprimente que hacerlo en autocar. Hay que pasar un control y a partir de ahí empiezan, con una frecuencia intolerable, los retrasos. Lo que saca de quicio es la falta de información. Volar se asemeja a viajar como borregos. La comida es inmunda (¿por qué te traen casi siempre los panecillos a medio descongelar?). Y para colmo,  tu equipaje puede no aparecer en la cinta correspondiente cuando llegas"

"Ocurre a veces que un taxista conoce menos
la ciudad que un turista mal informado"



"El peor delito de un camarero es que nos condene
a la invisibilidad. Son poquísimos los que mientras
sirven unas mesas levantan la mirada y echan
una ojeada circular por la sala para comprobar
si hay otros clientes que necesitan algo"

"Los errores son, en todas las profesiones, inevitables, también en la profesión médica. En este caso empiezan con los descuidos, la falta de interés, los diagnósticos emitidos ex cátedra y que resultan equivocados, la falta de precauciones o el escaso respeto al dolor del paciente. Y culminan en delitos realmente muy graves, como anteponer los beneficios económicos a todo lo demás, no reconocer con franqueza los propios errores y ayudarse unos a otros a encubrirlos, tildando de solidaridad lo que es ocultación de la verdad y entorpecimiento de la justicia"

"El trepador constituye una de las formas más infames y desagradables de la vida social. El conflicto reside en que su ambición rebasa en mucho su talento y en que él está absolutamente resuelto a llegar a lo más alto. Vivimos en un mundo lleno a reventar de trepas triunfadores"

"Padecemos de reunionitis, que es una de las peores
formas de perder el tiempo en el trabajo. Las reuniones
están tan incrustadas en nuestros hábitos que muchos ya
no saben llevar adelante un proyecto sin recurrir a ellas.
Las comidas de trabajo son peores porque uno come
o trabaja, pero no las dos cosas al mismo tiempo"



"La infamia más frecuente y abominable la cometen
aquellos que se obstinan, por mucho que intentemos
disuadirlos, en mostrarnos sus taras. Un mínimo respeto
hacia los demás exige que nuestras lacras
y fealdades se mantengan ocultas"

"La principal fuente de ingresos para mantener en marcha un país y para atenuar las diferencias de clase son los impuestos. Lamentarse en público de pagar tributos es un delito y además una prueba de pésimo gusto"

"El mundo está lleno de ricos miserables. Si les pides un pequeño préstamo podrán decirte que no porque están haciendo unas reformas en la cancha de tenis, o porque tienen hasta el último céntimo invertido en fondos de inversión intocables, o porque no saben nada de asuntos económicos porque ese apartado se lo lleva un asesor"



"El problema de la telebasura no radica en la televisión como medio, con sus enormes posibilidades, el problema es que la calidad de la programación está bajo mínimos. La televisión ha caído hasta un punto de obscenidad, desvergüenza, mal gusto y hasta maldad que rebasa lo tolerable. Todo sórdido, miserable, canallesco. Y encima están esos concursos que solicitan llamadas para lucrarse con los incautos que caen en la trampa"

"Existe una lamentable falta de imaginación que nos hace difícil ponernos en el lugar, meternos bajo la piel, de los demás"

"Tenemos la absoluta obligación de luchar por un mundo más justo"

(Fragmentos tomados del libro de Esther Tusquets: Pequeños delitos abominables, Barcelona, Ediciones B, 2010, 1ª edición, 303 páginas)

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