La UD: una institución con el alma en pena

La desesperación de Jerónimo Figueroa Cabrera tras fallar el penalti que podía haberle dado otro signo al partido contra el filial del FC Barcelona

 

UD LAS PALMAS 0 - 2 BARCELONA "B"

 

UNA ESTAFA DE EQUIPO

 

Acabo de escuchar a Santi Lampón y a toda la cohorte de aduladores en la emisora de radio de la UD Las Palmas decir que el equipo amarillo hizo un gran partido frente al filial del Barça. O sea, que lo blanco es negro. Si eso es un gran partido y perdemos, no quiero pensar qué será un mal partido para Las Palmas: ¿el del Alcorcón o el del Mirandés saldados con dos derrotas infames?

También he leído en mi muro de Facebook que son una vergüenza los aficionados de la Unión Deportiva porque no hemos sabido apreciar las "delicatessen" de unos jugadores gafados de cara a la portería. Pues bien, como aficionado voy a intentar aclarar qué es una vergüenza en el entorno y en la médula del equipo amarillo:

 

 

Lobera no se entera y Momo se lo tiene muy creído

 

1. La vergüenza es un entrenador que realiza dos cambios cuando quedan tres minutos porque alega que no sabía a quién sacar del campo. Según él, todos estaban haciéndolo tan bien que por lo visto es como si fuésemos ganando por 5 a cero.

 

2. La vergüenza es que los jugadores no hayan sabido marcar un solo gol ni de penalti. A eso, cuando yo era joven, se le llamaba ser malos, paquetes o insufribles.

 

3. La vergüenza es que jugadores como Aranda no puedan ni con su propio cuerpo. Se pasa el partido buscando un pase o engañar al árbitro con una triquiñuela sin aportar nada al equipo ni a sí mismo.

 

4. La vergüenza es que tomen a la afición por idiota con un equipo formado por jugadores incapaces de encarar a nadie en el uno contra uno, tan mermados como están por la edad que no pueden imprimir velocidad a su avance.

 

5. La vergüenza es que un equipo pretenda subir a Primera División sin ningún jugador aspirante al pichichi de la categoría y con su máximo realizador, Chrisantus, ni siquiera en el banquillo.

 

 

Masoud es el engañabobos del equipo y eso que va de figura: cada vez que le llega la pelota no hay que apurarse porque ya se sabe que va a perderla

 

6. La vergüenza es que en este equipo nadie se vaya de nadie y todos se pasen la pelota horizontalmente sin verticalidad ninguna.

 

7. La vergüenza es que en un equipo con aspiraciones de ascender los mejores futbolistas sean un defensa, Deivid, y el portero, Barbosa.

 

8. La vergüenza es que haya medios de comunicación que en connivencia con el propio club siempre hablan bien del club aunque cometa una pifia detrás de otra.

 

9. La vergüenza es que hayamos perdido contra un conjunto de verdes e inocentes juveniles por muy prometedores que sean.

 

10. La vergüenza es que jugadores como Masoud hayan venido de niños bonitos a la isla para broncearse en la playa y cada vez que tocan la pelota la pierdan.

 

 

Aythami Artiles esta vez no desentonó en el centro de la zaga

 

11. La vergüenza es que falten laterales para este último partido y Aythami Álvarez, un joven con arrestos y capacidad física, no vaya ni convocado desde el inicio de la temporada.

 

12. La vergüenza es un equipo que hizo el ridículo contra el Tenerife en la pretemporada y en la primera vuelta, y aquí como si no hubiera pasado nada, pretendiendo que comulguemos con ruedas de molino.

 

13. La vergüenza es que estos profesionales cobren como privilegiados y entrenen dos horas en días alternos para después jugar como resacados domingueros.

 

14. La vergüenza es engañar una temporada sí y otra también al aficionado con el camelo del ascenso para el que no hay mimbres frescos ni adecuados.

 

15. La vergüenza es vender jugadores que sirven para traer a otros que ya han acabado su vida en activo y no hacen más que arrastrar los grilletes de su pasado como un espectral rancho de ánimas.

 

 

Javi Castellano, desechado casi toda la temporada, ha sido junto a Dani Castellano un verdadero revulsivo. Con la participación de ambos hermanos es cuando el equipo ha mostrado una ligera mejoría en su trayectoria

(Todas las fotografías son de Quique Curbelo y por gentileza de "La Provincia")