"El 84% de los contenidos digitales se consumen de forma ilegal"
(Agencia de Noticias "Europa Press")
DECÁLOGO
DE LA
CANCAMUSA
DIGITAL
1. Lo importante es crear redes.
Ese es el mantra universal de la cancamusa “dospuntocerista” y oligofrénica.
2. La creatividad original es pecado digital
cancamuso. La clave está en la expresión “poner en valor”. El cancamusero
digital vive básicamente de la rapiña, un mamoneo incesante y descarado,
enmascarado como diálogo con la comunidad internaútica, que se extiende desde
las nociones más elementales hasta el hurto más grotesco de algo que se
descarga gratuitamente de algún sitio. El negocio digital cancamusero siempre
se basa en algo que ya existe y es gratis. En Canarias hay ayuntamientos,
sociedades públicas y hasta algún cabildo que han comprado a precio de oro una
web a la que el cancamusero digital ha arrancado de algún ciberrincón, le ha
cambiado los logos y a cobrar. Pero el cancamusero digital nunca roba. Pone en
valor algo previamente currado por otro incorporándolo a un proyecto de gran
visibilidad.
3. El verdadero modelo de negocio
cancamusero (cuatro becarios hambrientos, una oficina destartalada, un plagio
infecto, pueril e incesante) debe permanecer oculto en todo momento. Todas las
preguntas al respecto deben ser contestadas en cancamuso mandarín.
4. Todo enunciado cancamusero
(sea en el discurso industrial, sea en el discurso de los expertos en social
media) debe incorporan conceptos como sinergia, “trending topic”, innovación,
redes o comunidad.
5. Deben utilizarse
compulsivamente anglicismos. Cuantos más, mejor.
6. Se debe adular tan ferozmente al cliente que
hasta el dependiente de “Pretty Woman” parezca un dechado de sinceridad y
respeto a sí mismo.
7. En este sentido, el cancamusero digital debe
presentar cualquier desgracia (crisis económica, pandemia, terremoto, erupción
volcánica, accidente, cáncer pancreático) como una excepcional oportunidad.
8. La muy evidente ignorancia del
cancamusero digital –la incapacidad para escribir correctamente, por ejemplo–
se debe justificar siempre como una imprescindible ruptura con lo analógico.
9. Los escépticos que critican el
cancamuseísmo digital son anacrónicos y patéticos enemigos del desarrollo
tecnológico, el progreso social y la felicidad humana.
10. La cancamusa digital es el
futuro. Imagínense a Lázaro de Tormes dotado con un ordenador y conexión a internet.
Aquí y ahora no puede fallar.
(Artículo de opinión escrito por Alfonso González Jerez
y publicado
por el periódico “La Provincia” el martes 8 de abril de 2014)
Alfonso González Jerez
(Caracas, Venezuela, ¿1965?)
Periodista
VOCABULARIO
Cancamusa: (Coloquialismo en
desuso). Dicho o hecho con que se pretende desorientar a alguien para que no
advierta el engaño de que va a ser objeto. Sinónimos: engaño, reclamo.
EJERCICIOS
1. Tema: (1 punto):
El hurto del trabajo ajeno en la red.
El hurto del trabajo ajeno en la red.
2. Tesis: (1 punto):
Postura contraria al parasitismo virtual.
Postura contraria al parasitismo virtual.
3. Resumen: (2 puntos):
Lo importante es la conexión por encima de los contenidos que se enlacen. A robar la creatividad ajena con el pretexto de visibilizarla se le denomina "ponerla en valor". El fraude virtual conlleva una imagen de glamour tecnológico que esconde una realidad material precaria de becarios subcontratados en un local sin condiciones. Los estafadores digitales abusan de una jerga plagada de neologismos para disfrazar su procedimiento infame. La ignorancia manifiesta en la incapacidad para redactar correctamente la camuflan como reflejo de una nueva era tecnológica, y quienes se atreven a criticarlos son considerados reaccionarios anacrónicos y analógicos. Pero un "cancamusero" internauta no es más que el viejo pícaro de siempre que ahora se desenvuelve en un entrono informático.
Lo importante es la conexión por encima de los contenidos que se enlacen. A robar la creatividad ajena con el pretexto de visibilizarla se le denomina "ponerla en valor". El fraude virtual conlleva una imagen de glamour tecnológico que esconde una realidad material precaria de becarios subcontratados en un local sin condiciones. Los estafadores digitales abusan de una jerga plagada de neologismos para disfrazar su procedimiento infame. La ignorancia manifiesta en la incapacidad para redactar correctamente la camuflan como reflejo de una nueva era tecnológica, y quienes se atreven a criticarlos son considerados reaccionarios anacrónicos y analógicos. Pero un "cancamusero" internauta no es más que el viejo pícaro de siempre que ahora se desenvuelve en un entrono informático.
4. Estructura: (1 punto):
El texto se organiza en diez apartados que se corresponden con cada punto del decálogo. El primero sirve de introducción "in media res", mientras que el último le vale al autor como dictamen conclusivo.
El texto se organiza en diez apartados que se corresponden con cada punto del decálogo. El primero sirve de introducción "in media res", mientras que el último le vale al autor como dictamen conclusivo.
5. Comentario crítico: (5 puntos):
En torno a 25.720 puestos de trabajo se podrían haber generado dentro de España si no fuera por la piratería digital. Por la vía de los impuestos esto significa que se han dejado de ingresar 526 millones de euros en el último año. En conjunto, las pérdidas que acarrean las descargas ilegales ascendieron a 16.136 millones de euros en 2013. Los usuarios de internet alegan que actúan así por costumbre y porque lo hace todo el mundo, por estar al día de las novedades, por comodidad y rapidez, porque consideran que la copia original no aporta calidad, porque creen que no habrá consecuencias negativas ni punitivas, y también porque desconfían de si el producto les gustará o no, además de por el IVA o por lo caro que les resultaría comprar un álbum musical, una película o un libro.
La destrucción de tejido laboral se hace patente y refuerza la sensación de crisis en cuanto a cambio de modos de producción y consumo con sus respectivos efectos en los roles que desempeñamos todos en la sociedad. A esta situación de caótico marasmo comercial se suman los aprovechados que usufructúan el trabajo de los demás con la excusa de ponerlo en circulación dándole publicidad, cuando lo cierto es que se apropian de lo que no les pertenece. La tendencia a la ley del mínimo esfuerzo vuelve a cumplirse, así como la constatación de que hay gente creativa o productiva, mientras que otra se dedica a vivir a costa del sudor ajeno.
No sé si se podrá atajar esta costumbre con medidas legales pues, del mismo modo que resulta imposible ponerle puertas al campo, es difícil controlar los flujos en la red. En cualquier caso, habrá que legislar al respecto para multar a quienes pretendan vivir a expensas de lo que no es suyo.
En torno a 25.720 puestos de trabajo se podrían haber generado dentro de España si no fuera por la piratería digital. Por la vía de los impuestos esto significa que se han dejado de ingresar 526 millones de euros en el último año. En conjunto, las pérdidas que acarrean las descargas ilegales ascendieron a 16.136 millones de euros en 2013. Los usuarios de internet alegan que actúan así por costumbre y porque lo hace todo el mundo, por estar al día de las novedades, por comodidad y rapidez, porque consideran que la copia original no aporta calidad, porque creen que no habrá consecuencias negativas ni punitivas, y también porque desconfían de si el producto les gustará o no, además de por el IVA o por lo caro que les resultaría comprar un álbum musical, una película o un libro.
La destrucción de tejido laboral se hace patente y refuerza la sensación de crisis en cuanto a cambio de modos de producción y consumo con sus respectivos efectos en los roles que desempeñamos todos en la sociedad. A esta situación de caótico marasmo comercial se suman los aprovechados que usufructúan el trabajo de los demás con la excusa de ponerlo en circulación dándole publicidad, cuando lo cierto es que se apropian de lo que no les pertenece. La tendencia a la ley del mínimo esfuerzo vuelve a cumplirse, así como la constatación de que hay gente creativa o productiva, mientras que otra se dedica a vivir a costa del sudor ajeno.
No sé si se podrá atajar esta costumbre con medidas legales pues, del mismo modo que resulta imposible ponerle puertas al campo, es difícil controlar los flujos en la red. En cualquier caso, habrá que legislar al respecto para multar a quienes pretendan vivir a expensas de lo que no es suyo.
Una de cada cuatro personas piratea habitualmente en la red
No hay comentarios:
Publicar un comentario