sábado, 21 de julio de 2012

A pesar de todo encontré que fue cierto lo vivido

Roma, antica città eterna

LO PERDURABLE Y LO EFÍMERO

Buscas en Roma a Roma, ¡oh, peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas
y tumba de sí propio el Aventino.

Yace donde reinaba el Palatino
y limadas del tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades, que blasón latino.


Ruinas del Palatino en Roma


Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.

¡Oh, Roma! En tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme, pues solamente
lo fugitivo permanece y dura.

(Poema de don Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas)


Francisco Quevedo
(Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645)

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