Roma, antica città eterna
LO PERDURABLE Y LO EFÍMERO
Buscas en Roma a Roma, ¡oh, peregrino!,
y en Roma misma a
Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas
y tumba de sí
propio el Aventino.
Yace donde reinaba el Palatino
Yace donde reinaba el Palatino
y limadas del
tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las
edades, que blasón latino.
Ruinas del Palatino en Roma
Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si
ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.
¡Oh, Roma! En tu grandeza, en tu hermosura,
¡Oh, Roma! En tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme, pues solamente
lo fugitivo permanece y dura.
(Poema de don Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas)
Francisco Quevedo
(Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645)
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