(Felipe Camino García de la Rosa)
(Tábara, Zamora, 1884 - Ciudad de México, 1968)
Poeta de origen acomodado y ex presidiario
ROMERO SOLO
Ser en la vida romero,
romero solo que cruza
siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre
y sin pueblo.
Ser en la vida romero, romero...
sólo romero.
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero, ligero,
siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie
a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa,
ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los viejos versos.
La mano ociosa es quien tiene
más fino el tacto en los dedos,
decía Hamlet a Horacio,
viendo cómo cavaba una fosa
y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios
los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera...
menos un sepulturero.
Un día todos sabemos hacer justicia.
Tan bien como el rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo,
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.
(Poema escrito por León Felipe)
(Ciudad de México)
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