Carles Puigdemont Casamajó
Vileda I el Pilós
(Amer, Gerona, 1962)
Ex periodista, ex alcalde y presidente de la Generalitat
con una idea obsesiva y majadera en la cabeza: la sedición
PENSARON PRINGAR AL REY
Las cajas donde se depositan los votos surgieron, como
todo, donde, como dice John Keats en su oda a una urna griega, la belleza es
verdad y la verdad belleza. El poeta romántico no se refería a las urnas de
votar, sino a las que contienen las cenizas de los muertos inspiradas en una crátera
con escenas báquicas de ménades y sátiros conservada en el Museo Británico.
"Ática imagen! ¡Bella actitud, marmórea estirpe / de hombres y de
doncellas cincelada, / con ramas de floresta y pisoteadas hierbas!". Dice
Keats que nada más se sabe en esta tierra y no más hace falta. Es suficiente
con saber que la democracia nació al aire libre, en Atenas, donde los
ciudadanos metían piedrecillas negras o blancas para decidir a los magistrados
y a los generales; desde entonces no se ha inventado una forma mejor para vivir
en libertad.
Urna cineraria griega expuesta en el Museo Británico
Miles de años después, en España
un Gobierno democrático ha prometido que actuará con fuerza para frenar un
plebiscito porque éste no es un acto democrático, sino una estafa y un desafío
a la ley fundamental de la democracia que es la Constitución. El Ejecutivo ha
avisado a los independentistas que retirará las urnas. Soraya Sáenz de
Santamaría ha recordado a Puigdemont que puede terminar inhabilitado; no se
atreven a decir que si el president incumple
el mandato del Constitucional puede acabar con las pulseras puestas.
¿Cuántos separatistas seguirían siendo proclives al soberanismo si se les dijeran los enormes impuestos que tendrían que pagar para sostener a un ejército catalán? Y si creen que se puede ser independiente sin fuerzas armadas propias, la realidad es que pasarán a ser dependientes de cualquier otra nación o superpotencia que les proteja
Los insurgentes dicen que el
derecho al voto es sagrado y lo es. Pero ellos lo utilizan como un puñal contra
la nación. Juran que habrá referéndum y será vinculante aunque voten 1.000 en
el palacio gótico. Esta disparatada sátira, un retablo de embustes, confirma la
idea que tienen de las urnas. Es que el nacionalismo fue una continuación de
las guerras de religión, la vuelta al tribalismo, la protección del campanario.
Lo dejó dicho Arnold Toynbee: "Los fanáticos religiosos y los
nacionalistas constituyen una única pasión maligna".
Los nacionalistas subliman la etnia como elemento aglutinador que les permita obviar y ser incompetentes o corruptos en todos los problemas graves que afecten a los ciudadanos
Unos integristas con marketing, empotrados en las
instituciones, intentan montar un referéndum para la independencia que tiene
toda la pinta de los viejos pronunciamientos. Han intentado meter al Rey Felipe
VI en el laberinto con las celadas y fullerías de la "soberanía
compartida", "el Estado libre asociado" o el "pacto con la
Corona". Felipe VI es el vértice del Constitucional, pero sus poderes son
formales y no ha caído en el borboneo ni en la peligrosa mediación o arbitraje,
lo cual ha encolerizado más a los independentistas, como acaba de confirmar en
una boda de La Coruña un político cercano a Mas que dimitió del gobierno
Puigdemont.
Al mismo día siguiente de una hipotética declaración de independencia política (esperemos que por la vía pacífica), la gente de a pie descubriría que su vida no sólo continuaba igual, sino que incluso sería peor, porque se volverían más pobres
Los votos son sagrados si no hay
ninguna fuerza que invente el censo y los resultados, si hay delegados de todas
las fuerzas en la votación y en el recuento. Si no es una mascarada. En la
Moncloa piensan que poner una urna en la Vía Layetana y otras en oficinas del
Govern no es un referéndum. Los funcionarios y los mossos se lo van a pensar
antes de delinquir. Hasta ahora, los políticos que no firmaban nada tendrán que
firmar. Hoy parece que Oriol va a rubricar leyes apócrifas e ilegítimas como
hace en la hamburguesería.
(Artículo de opinión escrito por Raúl del Pozo y publicado
por el diario “El Mundo” el martes 5 de septiembre de 2017)
Tantos años de adoctrinamiento nacionalista educativo, tantos años de prohibición del idioma español en los documentos oficiales y en los rótulos de los comercios, tantas competencias transferidas en todos los ámbitos, tanto 3% de mordidas en la concesión de obras públicas, tantas embajadas en el extranjero, tanto dinero trasvasado desde la Hacienda española de todos... Todo esto no ha servido más que para alimentar a una masa de irresponsables, manipuladores e ignorantes que confunden Cataluña Libre con Jauja
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