viernes, 14 de octubre de 2011

Sobre las falacias de quienes roban y mandan



PARA REÍRSE

La semana pasada fueron las indemnizaciones de los exdirectivos de "Nova Caixa Galicia", que se repartieron 40 milloncitos de euros mientras la entidad debía ser nacionalizada gracias a su mala gestión. Esta semana, las compensaciones de los altos cargos de la "Caja de Ahorros del Mediterráneo", a punto de ser subastada por culpa de las irresponsabilidades e irregularidades de quienes la han hundido y se han forrado a su costa.





Absoluto desatino y absoluta inmoralidad. Pero no basta con señalar con el dedo a los que se han llevado la pasta, o con perseguirlos en los tribunales si cabe (que debería caber, aunque no parece que sea así en todos los casos). El asunto va más allá: ¿quién se ha hecho el tonto mientras ellos se forraban? ¿Hacia dónde miraban los políticos responsables del tema cuando los nombraron para ejercer funciones que no sabían ejercer y les permitieron firmar contratos propios de ladronzuelos? ¿Dónde estaba el Banco de España mientras ocurrían estos desmanes?

 



Me temo que esos casos que hemos conocido estos días no son más que la punta de un inmenso iceberg hecho a base de sucias complicidades, silencios culpables y protecciones casi de mafiosos. Me temo que en el poder hay demasiada gente que tiene tantos trapos sucios en su propia casa, que se ve obligada a ayudar a los demás a guardar los suyos. La trama pública parece estar llena de esas miserias. Y todos callados, por si acaso. Salvo Esperanza Aguirre, claro, que ha decidido denunciar a quienes para defender la enseñanza pública están haciendo un negociazo, según ella, con la venta de unas pobres camisetas. Es para reírse, la verdad.

(Articulo de opinión escrito por Ángeles Caso para el diario
"Público" en su edición del jueves 13 de octubre de 2011)


Ángeles Caso
(Gijón, 1959)

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