sábado, 29 de junio de 2024

Quod vulnerant omnes, sed ultima necat



EL ENTIERRO

Cuatro rudos gañanes, sobre el hombro herculoso,
sustentan el humilde féretro descubierto.
El cura ronca el salmo del eterno reposo,
y redobla la esquila desde el valle hasta el huerto.

Las melenas volcadas de dolor, con incierto
ritmo tardo y solemne adelantan al foso.
Y los torvos ancianos, con la vista en el muerto,
se arrodillan en medio de un silencio espantoso.



"Adiós, alma bendita, paloma de los cielos",
reza el cura. Y unánimes desdoblan los pañuelos...
Por fin, sobre la caja, con íntimo reproche,

cada cual un puñado de tierra vil derrumba...
Todo duerme. A intervalos lastiman en la noche
los aullidos del perro que vela ante la tumba.

(Poema escrito por Julio Herrera y Reissig)


Julio Herrera y Reissig
(Montevideo, Uruguay, 1875 - 1910)
Ensayista y poeta modernista

domingo, 9 de junio de 2024

Una villa demolida y cubierta por las aguas


El actual Riaño junto al estanque donde yace el viejo
(Provincia de León)

RIAÑO

Por estar en el ángulo que forman el río Esla
sus dos brazos, "rivi angulu" vinieron a llamarlo
los romanos, y de ahí evolucionó a Riaño,
tras ser Rianclo, Riangulo y Riannio. Sus suelos alternan


El antiguo Riaño antes de ser inundado en 1988

pastos, brezos y piornos en las erosionadas vegas
que los cursos fluviales han ido pacientes labrando.
Pueblo que por un vasto embalse quedó anegado,
restos de robledales y hayedos aún preserva.


La iglesia de Riaño en el momento de su voladura

Aquí se cazaban ciervos, cabras montesas, rebecos,
corzos, jabalíes, lobos ibéricos y osos pardos.
La ganadería y la pesca de la trucha eran


Los célebres fiordos de Riaño

pilares básicos de la economía. Echaron
de sus casas a los habitantes, y la nueva presa
dejó hundida la historia del lugar en el pantano.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


El Riaño original durante el crudo invierno