Augusto Fernando Santís Ahumada
(Casablanca, Chile, 10 de enero de 1956)
Delantero correoso y trabajador que iba bien de cabeza
SANTÍS
Libre en su puesto, atento en la carrera,
incordio para los defensas, presto al salto
y al remate de balones enmarañados.
“Veleta que corre como pollo sin cabeza”,
decían de él los críticos. “Carente de técnica,
aunque con gran fuerza”, añadían los malvados.
Era un delantero oportunista tan clásico
como mucho después Mauro Quiroga lo fuera.
Libre en su puesto, atento en la carrera,
incordio para los defensas, presto al salto
y al remate de balones enmarañados.
“Veleta que corre como pollo sin cabeza”,
decían de él los críticos. “Carente de técnica,
aunque con gran fuerza”, añadían los malvados.
Era un delantero oportunista tan clásico
como mucho después Mauro Quiroga lo fuera.
Sito, Farías y Fernando Santís en un entrenamiento
Marcó con Chile un golazo en las Olimpiadas
de Los Ángeles a Francia que lo aupó e hizo
interesante para ficharlo. Con Las Palmas
estuvo dos años marcando en dos partidos
importantes contra el Real Madrid y el Barça.
Se fue sintiéndose despreciado y ofendido.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
Ocurrió el domingo 16 de febrero de 1986. En el minuto 70 el centrocampista Mini centra una pelota que Santís remata de cabeza a la red, la logra despejar el portero blaugrana Urruticoechea, pero Santís, atento, fusila el rechace introduciendo el balón en el marco azulgrana. Era el tercer gol. Resultado final: UD Las Palmas 3 - FC Barcelona 0
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