lunes, 29 de septiembre de 2025

Un poeta que cuidó a tarados y leprosos


Francisco de Armas Medina
(Agaete, 1896 - Las Palmas de Gran Canaria, 1939)
Médico y poeta

CAMINO DE GUAYEDRA

Camino de Guayedra, la finca preferida,
camino de Guayedra, que tienes en mi vida
todo el grato recuerdo de mi tiempo mejor.
Camino de Guayedra, tan solitario y muerto,
donde en pasadas tardes contemplaba a mi puerto,
a mi mar: yo te siento con infinito amor.

Ya empiezan a dejarte por una carretera,
camino de Guayedra, caminito que era
el pasar obligado de los frutos de ayer
que hoy cargarán camiones de ruido estrepitoso
y pasarán de largo por el sitio anchuroso
sin que tú, mi camino, te puedas imponer.

Por ti pasé hace tiempo cuando era casi un niño,
sobre el lomo brillante de mi jaca de armiño
echando mi entusiasmo su brío a cabalgar.
Yo marchaba orgulloso, jinete y atrevido,
mientras iba la tarde mansamente, sin ruido,
penetrando en mi alma tan propicia a soñar.


Playa de Guayedra en Agaete
(Gran Canaria)

Por ti también pasaba, mi camino querido,
y por eso tan sólo fueras el preferido
cuando hice con la novia la primera excursión.
Hoy seguiré pasando por el sitio desierto,
camino de Guayedra, tan solitario y muerto,
que tienes el encanto de la recordación.

En tanto el automóvil recorre la montaña
y espanta a los labriegos que viven en su entraña
turbando el claro sueño con ronco despertar,
yo revisto a mi espíritu con traje campesino
y marcho solitario por el viejo camino,
desde donde contemplo a mi puerto y mi mar.

Y si algún día el tiempo me borrara tu huella
hallaré tus indicios guiado por la estrella
de algún viejo recuerdo que nunca ha de faltar.
O alguna piedra blanca que había en el sendero,
al observar mis dudas, me gritará: ¡Viajero!,
este fue tu camino: por él debes pasar.


Españoles que se dirigían al exilio por los Pirineos en 1939

EL ÉXODO POR LA GUERRA

Como rebaño de hormigas
marcha por la carretera
una cinta que se mueve
mientras el sol la calienta.

Sube, sube hacia la cumbre
de la montaña cimera:
y a medida que me acerco
voy dándome cabal cuenta,
de que es una fila humana
lo que entre el polvo cimbrea.

Van niños y van mujeres
con fardos a la cabeza
y ancianos que ya no pueden
tenerse sobre las piernas.

(Poemas escritos por Francisco de Armas Medina)


Francisco de Armas Medina aparece sentado el primero por la derecha

martes, 9 de septiembre de 2025

Otro ejemplo de poeta de un único libro


Luis Benítez Inglott
(Las Palmas de Gran Canaria, 1895 - 1966)
Poeta, periodista y traductor

JESÚS SOBRE LAS OLAS

La mar en la solemne noche abierta
sin horizontes ni riberas. Todo
sumergido en la sombra, sumergido
en una inmensidad de viento y agua.

Ni una luz, ni una estrella. ¡Oh, alma mía,
perpetuamente en pie sobre la costa!
La última luz, crepuscular y tenue,
también ha naufragado en el océano,
allá lejos.

Y sólo está la mar
que llega a ti, desordenada y brusca,
pulverizada sobre la rompiente
—las olas invisibles, que se oyen
deshacerse en espuma, en la rompiente—.
La mar es un rumor de abismo, un hondo
fulgor lejano y próximo. La noche
sólo sugiere mar que se alza
a la profunda noche impenetrable.

Augusta hora del milagro, tiembla
mi corazón en el supremo instante.
¡Es ahora, Jesús, cuando te veo
otra vez avanzar sobre las olas!

HAUTE COUTURE

No hay profesión peor
que la de los diseñadores de moda.
Esos que dictaminan convencidos
si para esta prolongada temporada
el largo de los versos
debe llegar hasta la rodilla
o bajar hasta los tobillos.

Sus amargadas modelos desfilan luego
por todas las pasarelas disponibles
semejantes a enormes frutillas
—un gran salmón encarnado
trastabillando sobre altísimos zapatos—
o parecidas a ridículas cacerolas vueltas abajo,
listas para el prometido aplauso
de la repetida, tediosa novedad.

Si el “cómo” debe estar medio desnudo,
si corresponde que se vea el “qué”.
Sus creadores aseguran que de haber sido invitados
Homero y T.S. Eliot dirían “está bien”
y casi ninguno vacilará en aceptarlo.
En todo asunto el dictado de la moda
es la peor cosa de este mundo.


El único poemario del autor que fue publicado en 1965

HORMIGAS

Este camino viviente
que atraviesa el jardín
viene de un país
que no es el nuestro.

Aunque todo el tiempo
atravesamos la superficie del otro reino,
desconocemos sus selvas diminutas,
el desolado desierto de una baldosa,
la efímera catarata de una canilla abierta,
los sucesivos abismos que abre una escalera.

Abajo y alrededor de nosotros
otro mundo infinito de derrama.
Nos inquieta que ese entrevisto dominio
se asemeje tanto a lo que vemos
desde la ventana de un vigésimo piso.

Muy lejos y a nuestros pies
otros asesinatos, heroísmos y maldades
tienen sus tiempos y ocupan sus lugares
de un modo que juzgamos mecánico:
el sentido de esos días que transcurren distintos
como mucho es un enigma
que enseguida desdeñamos.

Su remoto parentesco nos asusta
cuando observamos a un niño
prestarle su atención más entera:
olvidará al crecer las veces
que fijó los ojos en el otro reino,
aquel que como el nuestro
comenzó el mismo día.

PEQUEÑAS VICTORIAS

Una buena noticia llegó hace una hora.
Otra, todavía no olvidada,
repite una y otra vez
su salmo en el contestador.

El hombre que fuma cada tarde
y mira a través de su ventana
se anima a sonreír con disimulo,
aunque obscuramente teme
hacerlo con exceso.

En su cielo interno el viejo avión
por el momento ha estabilizado de nuevo
sus alas y aunque casi todas las nubes
siguen en su sitio, por ahora
un hueco existe por donde pasar.

Dos novedades muy pequeñas
detuvieron con sus mínimas fuerzas
a los hermanos fatídicos:
el temor, la angustia y el remordimiento
cerraron sus bocas rencorosas.

“Que solo entre ellos peleen por ahora”,
piensa el hombre que fuma cada tarde
y mira a través de su ventana,
como si el futuro estuviese a punto
de pasar caminando por la calle
y él pudiera saludarlo.

(Poemas escritos por Luis Benítez Inglott)


Las crónicas periodísticas escritas por Luis Benítez Inglott entre 1958 y 1965 bajo el pseudónimo ganivetiano de "Pío Cid" fueron recopiladas por el profesor universitario Santiago Henríquez Jiménez y publicadas el año 2020 en la editorial Chandlon Inn Press