Francisco Javier Pradera Gortázar
(San Sebastián, 1934 - Madrid, 2011)
JAVIER PRADERA
El hundimiento del PSOE aplastó la noticia de la
muerte el domingo de Javier Pradera, viejo agitador político-cultural, al que
sus hagiógrafos, que siempre le mantuvieron en posiciones subalternas,
califican a cadáver caliente de referente intelectual de la izquierda española.
No creo que pretendiera nunca ser tal cosa y, en cualquier caso, habrían sido
los socialistas los primeros en impedirlo. En La Moncloa le apodaban «el
huerfanito», dado que habiendo asesinado los «rojos» a su padre y a su abuelo,
militó de bruces en el estalinismo como agente de Jorge Semprún y Fernando
Claudín. La Psiquiatría explica que abrazas la causa que ha derramado tu sangre
para evitar que ésta se pierda en el nihilismo.
Iósif Stalin
(Gori, 1878 - Moscú, 1953)
Tras miles de días compartiendo
el mismo despacho, respeté su inteligencia y tomé su sectarismo a beneficio de
inventario. Al Presidente Mariano Rajoy le llamaba siempre «el registrador de
la propiedad», como si fuera un baldón, y olvidando que él opositó con éxito a
jurídico militar del franquismo. Su primera vida es la que pesa: el que empujó
la colección de bolsillo de «Alianza Editorial» que a tantos estudiantes
menesterosos nos dio una educación ecuménica. Su política a través de «El País»
es ancilar, anecdótica. No se entendía con Felipe González y Alfonso Guerra, a
quienes despreciaba intelectualmente. Con Enrique Múgica, compañero comunista,
llegó a no hablarse. A Solana lo llamaba «el ministrillo». El zapaterismo le
enfermaba. Pero siempre fue leal a la subnormalidad de que sólo el PSOE tiene
legitimidad para gobernar España. Como no podía ser de otra manera, falleció
leyendo un libro sobre la Guerra Civil.
(Columna de opinión escrita por Luis Martín
Prieto y publicada
en el diario “La Razón” el miércoles 23 de noviembre de
2011)
José Luis Martín Prieto
(Madrid, 1944)
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