jueves, 30 de octubre de 2025

Un poeta sereno de trasfondo religioso


Pedro Pinto de la Rosa
(La Laguna, 1898 - Santa Cruz de Tenerife, 1947)
Poeta, prosista y letrado

ABATIMIENTO

Yace el robusto luchador vencido
—cansancio, sed— sobre la tierra dura.
En sus labios, un rictus de amargura:
dolor de verse exangüe y abatido.

Ayer, altivo y fuerte; hoy, malherido,
su rostro la fatiga transfigura.
Todo en su torno es noche, noche oscura,
tras un sol luminoso y encendido.

La lucha le venció. Vive su ocaso
y aún pugna por triunfar de su fracaso
su brazo, otrora temerario y fuerte.

¡Luchar, luchar de nuevo! ¡Vano empeño!
Y su alma se hunde en un profundo sueño
camino de otro sueño, el de la muerte.


"Arca de sándalo" fue un poemario del autor
publicado por la editorial Hespérides en 1928

SONETO

Vuelvo los ojos al ayer distante
que, envuelto en niebla, yace allá a lo lejos,
y lo miro brillar a los reflejos
de este sol que ahora surge en el cuadrante.

¡Oh, maravilla de este bello instante!
Corazón, vuelve a darme tus consejos,
que siento revivir la agonizante
marchita flor de mis amores viejos.

Y he de volver a amar tan sin medida,
que este amor de locura sea en mi vida
como una inmensa y roja lumbrarada.

Tal un largo crepúsculo sangriento
sobre el tapiz azul del firmamento
antes de la honda noche desolada.


Retrato del poeta realizado por
Juan Ismael
(La Oliva, Fuerteventura, 1907 - Las Palmas de Gran Canaria, 1982)
Pintor surrealista

TARDE DE INVIERNO

Tarde de invierno en la ciudad dormida
bajo su melancólica tristeza.
Tal una losa, sobre el alma pesa
el dolor angustioso de la vida.

La negra noche cautelosa invade
las anchas calles frías y desiertas.
Pensamos en el sol con la saudade
con que añoramos a las cosas muertas.

Todo es silencio. Ni un rumor se siente.
La lluvia va cayendo lentamente.
Luego, allá lejos, una esquila suena

con el lúgubre dejo de un lamento.
Las ingenuas monjitas de un convento
anuncian que ya empieza la novena.

(Poemas escritos por Pedro Pinto de la Rosa)


Plaza de la Catedral de La Laguna
(1900)

jueves, 9 de octubre de 2025

Un enamorado de la isla de Lanzarote


Pedro Perdomo Acedo
(Las Palmas de Gran Canaria, 1897 - 1977)
Periodista y poeta

PITA DE GUACIMETA

Recibe el aeródromo a los dioses del vuelo
y un florecer de polvo alzado de la siesta
en traslaticia nube se alejó de corrido
cortando la hermosura de la primaria siembra,
menos a ti, inmemorial presente
del polvo antepasado, pita de Guacimeta.

Transistoriza el aire los céspedes de sombra
sin mariposeos en la penumbra abierta
y antes que al suelo coma parásito apetito
lanza su infatigable autoridad a prueba
y desde el floreado pitón comunicante
—vos, distancia, emergencia—
deshace la borrosa tremulación celeste
para poner en curso la maquinaria angélica
y sin que nadie logre diferir su propósito
pide a todas las flores del mundo su presencia
de centenarias tuneras.

En un maravilloso accidente de luz
surge el tierno milagroso de la dura miseria
y pluralmente brota como un suspiro de humo
el halo de una imagen floral a cada piedra.


Playa de Guacimeta en Playa Honda
(San Bartolomé de Lanzarote)

ODA A LANZAROTE

Antes de irme, oh Lanzarote, dame
un hilo de la fibra de tu fuego
para petrificar una palmera
que numere a los cirros con sus mágicos dedos.

Dame un hoyo en la Geria
o solamente dame un volcán muerto
para yacer en paz
sobre la estable noche que anuncie el día eterno,
patos de San Silvestre, que incuben en la luna
y prendan celestiales rincones al regreso
y al volver a temblar de amor en las salinas
reconstruyan con alas milagrosas el cielo.

También un remolino transformante
que de a mi fe por arma su estrella en movimiento
para poder abrir las misteriosas puertas
que sin pecado siga en gracia descubriendo
desde el crepúsculo de la Paloma
hasta el crepúsculo del Cuervo.


Viñedos de La Geria en el municipio de Yaiza

Lo que des, Lanzarote, dalo pronto.
Está debilitándose, sin sentirlo, el gorjeo,
y solitariamente me abandonan las plumas
que han de formar la antorcha lustral de mi cortejo
y, profundizando en la codicia,
el ermitaño mar de tu jameo
que dos veces al día prueba el agua;
mar que me duele viéndolo en secuestro
como el libro que hogaño descubriera
las áridas bellezas de tu cuerpo.

Para justipreciar lo que te pido
no pongas torpemente ningún precio;
cuanto más pobres seamos
hemos de ser más ricos herederos
y la corona de humo que nos dejen
monte su paje de hacha en alba de ébano,
que estoy buscando a Dios en tus volcanes
y Dios no gusta de perder el tiempo.

(Poemas escritos por Pedro Perdomo Acedo)


Lago Verde o Charco de los Clicos en Yaiza
(Los clicos eran una especie de crustáceos
parecidos a conchas que se encontraban aquí)