domingo, 3 de mayo de 2015

Morfología del idioma español

 
ALGUNAS NOCIONES DE MORFOLOGÍA
 
La palabra es la forma libre mínima. Es posible cambiar su posición, aunque con algunas restricciones. Sus rasgos definitorios son la separabilidad, la pausa anterior y posterior, además de la integración por uno o varios morfemas inseparables y con un orden fijo.

La raíz es el segmento básico o constante en el significante de una palabra y resulta de suprimirle los morfemas que la acompañan. El tema es la parte de la palabra que sirve de base para su flexión y se obtiene al quitarle los morfemas flexivos o marcas de accidentes gramaticales. La base es el constituyente de una palabra sobre el que puede producirse un procedimiento morfológico.

El morfema es el constituyente morfológico mínimo del significante de una palabra. Los morfemas libres constituyen palabras por sí solos, mientras que los trabados, no. Ejemplos: sol, pero, y, espada, pan. Los morfemas léxicos se refieren al significado de las palabras (pueden ser las raíces y los morfemas derivativos), mientras que los morfemas gramaticales aluden a la realidad lingüística (son los morfemas flexivos).

Los afijos son morfemas gramaticales trabados que se adjuntan a una base léxica. Pueden ser flexivos si indican un accidente gramatical o derivativos cuando forman una palabra nueva. La flexión nominal comprende las variaciones de los sustantivos y adjetivos para expresar el género y el número gramaticales.

En los sustantivos inanimados el género es no motivado y depende del artículo que le antecede. En los sustantivos animados el género esta determinado por el sexo. En los sustantivos y adjetivos comunes por lo que respecta al género éste viene señalado por los determinantes: el/la pianista. Los sustantivos epicenos tienen un solo género y para aclararlo se les añade “macho” o “hembra”, masculino o femenino: la pulga macho, el personaje femenino. En los sustantivos ambiguos los dos géneros son válidos y dependerá su elección del lugar o el nivel lingüístico del hablante: el/la mar. Por último, hay casos en los que para distinguir el género empleamos heterónimos: yegua/caballo, yerno/nuera. 

El número es el accidente gramatical que expresa cantidad. El singular se manifiesta en el morfema cero y es el término no marcado. El morfema flexivo del plural cuenta con tres variantes o alomorfos (-s, -es, -Ø): papa/papas, club/clubes, crisis/crisis. 

La flexión verbal indica el modo, tiempo, persona y número. El conjunto de variaciones de forma de un verbo constituye su conjugación.
 
 
 
MORFOLOGÍA LÉXICA
 
Es la que se ocupa de los procedimientos de creación de nuevas palabras. La composición forma una palabra nueva por la unión de dos o más lexemas o morfemas léxicos. La palabra compuesta conforma un concepto unitario que permite designar una realidad específica. En la palabra compuesta se puede distinguir un núcleo y un adyacente: bocacalle, contestador automático; o bien dos núcleos coordinados: compraventa y sordomudo. 

En los compuestos ortográficos se conserva un acento, salvo que un guion separe las palabras. En los compuestos sintagmáticos se dan tres tipos: 

sustantivo + sustantivo: barco escuela 
sustantivo + sintagma preposicional: máquina de coser
sustantivo + adjetivo: teléfono móvil 

 En los compuestos ortográficos hay más variedades:

sustantivo + sustantivo: coche cama
sustantivo + adjetivo: bancarrota
adjetivo + adjetivo: altibajo
preposición + sustantivo: sobremesa
verbo + sustantivo: pinchadiscos
verbo + verbo: vaivén 
verbo + pronombre: acabose
verbo + adverbio: mandamás
sustantivo + verbo: maniatar
adverbio + verbo: malcriar 

La derivación consiste en crear nuevas palabras añadiendo morfemas derivativos a una base léxica: macet (a ) + ero = macetero, pen (a) + ita = penita, primaver (a) + al = primaveral, pesc (ar) + ador = pescador. Veámoslo mejor a continuación.
 
 
 
DERIVACIÓN, COMPOSICIÓN Y PARASÍNTESIS
 
La derivación y la composición son dos procedimientos que permiten formar nuevas palabras a partir de los elementos propios de la lengua. La derivación se consigue mediante la combinación de un lexema con uno o varios afijos o morfemas derivativos para formar una palabra nueva. Ejemplos: in-útil, des-precio, arbol-eda, papel-era.
 
Según la posición que ocupen respecto al lexema, distinguimos dos tipos de afijos o morfemas derivativos: los prefijos y los sufijos.

Los prefijos son los afijos que van delante del lexema. Pueden modificar el significado del lexema al que se unen, pero no cambian su categoría gramatical. Ejemplos: entre- (entre-acto), sub- (sub-terráneo), trans- (trans-atlántico), ex- (ex-traer), in- (in-móvil), des- (des-hacer), a- (a-simétrico), etc.

Distinguimos dos tipos de prefijos: 

Los prefijos significativos aportan un significado nuevo al lexema con el que se unen y, por tanto, convierten una palabra en otra distinta; así, si al lexema “ataque” le añadimos el prefijo contra- ('oposición') obtenemos una palabra nueva con un significado distinto, “contraataque”. Ejemplos: a- (a-traer), entre- (entre-acto), re- (re-considerar), sub- (sub-desarrollo), etc.

Los prefijos apreciativos o valorativos aportan un matiz cuantitativo (cantidad, intensidad, tamaño) al significado del lexema o una actitud afectiva (aprecio, desprecio, burla) del hablante ante el objeto representado por la palabra; así, si al lexema “caro” le añadimos el prefijo super- ('muy') obtenemos la palabra “supercaro”, que simplemente aporta una diferencia de cantidad, pero no se trata de una palabra nueva. En este caso, la palabra creada sigue siendo la misma, aunque expresa un matiz diferente. Ejemplos: archi- (archi-conocido), super- (super-barato), requete- (requete-guapo), etc.

Los sufijos son afijos que van detrás del lexema. Pueden aportar significado a la palabra nueva y pueden modificar su categoría gramatical. Ejemplos: -dad (igual-dad), -ura (hermos-ura), -oso (perez-oso), -al (ros-al), -able (agrad-able), -ar (cant-ar), -ecer (agrad-ecer), -izar (real-izar), etc. 

Hay dos tipos de sufijos: 

Los sufijos significativos aportan un significado nuevo al lexema con el que se unen, esto es, transforman una palabra en otra distinta; es decir, si al lexema ros- de la palabra rosa le añadimos el sufijo -al, obtenemos una palabra nueva, rosal. Ejemplos: -és (franc-és), -ido (silb-ido), -ible (fact-ible), -aje (aterriz-aje), -ero (zapat-ero), etc. 

Los sufijos apreciativos aportan un matiz cuantitativo (cantidad, intensidad, tamaño) al significado del lexema o una actitud afectiva (aprecio, desprecio, burla) del hablante ante el objeto representado por la palabra; así, si al lexema man- de la palabra mano le añadimos el sufijo -ita, obtenemos el término manita, que únicamente aporta una diferencia de cantidad ('mano pequeña') o un matiz de aprecio por el objeto nombrado. Los sufijos apreciativos se subdividen en diminutivos, aumentativos y despectivos.

Sufijos apreciativos aumentativos: 

-ón, -ona (novelón, señorona)
-azo, -aza (cochazo, bocaza)
-ote, -ota (chavalote, grandota) 
Sufijos apreciativos diminutivos:

-ito, -ita (barquito, casita)
-illo, -illa (chiquillo, monedilla)
-ico, -ica (arbolico, carica)
-ín, -ina (tontín, monina)
-uelo, -uela (pequeñuelo, jovenzuela)
-ete, -eta (vejete)

Sufijos apreciativos despectivos:

-aco, -aca (libraco)
-uco, -uca (ventanuco)
-acho, -acha (ricacho)
-uzo, -uza (gentuza)
-ucho, -ucha (papelucho, casucha)


La composición consiste en unir dos o más lexemas para formar una palabra nueva que tendrá un significado único y diferente. Ejemplos: lexema "porta" + otro lexema = portaequipajes, portalámparas, portaequipajes, portavoz, portaaviones, portafolios, portalápices, etc.

En algunos casos, las palabras compuestas se yuxtaponen; ejemplos: mediodía, sacacorchos, girasol, lanzallamas, etc. En otros casos, el primer elemento se modifica. Ejemplos: pelirrojo, blanquiazul, telaraña, agridulce, asimismo, librepensador, menospreciar, anteayer, sabelotodo, hojalata, coliflor, malhumor, bienvenida, etc.
Se pueden formar palabras compuestas con prácticamente todas las clases de palabras. Por ejemplo: 

nombre + nombre = bocacalle
adjetivo + adjetivo = altibajo
adjetivo + nombre = medianoche
nombre + adjetivo = pasodoble
verbo + nombre = guardameta
adverbio + verbo = malvivir
verbo + adverbio = mandamás
verbo + verbo = correveidile

La parasíntesis consiste en formar palabras nuevas combinando la composición y la derivación. Así, a dos o más palabras se les une un sufijo para formar un término nuevo, por ejemplo, si a paraguas (para + aguas) le añadimos el sufijo -ero, obtenemos paragüero, que es una palabra parasintética. Más ejemplos: latinoamericano, picapedrero, hojalatero, norteamericano, motociclista, guardarropía, radiotelegrafista, etc.