martes, 29 de noviembre de 2016

Sobre la imbecilidad de la izquierda

 
Fidel Castro Ruz
(Birán, 1926 - 2016, La Habana)
El dictador homófobo que se apoderó de Cuba para vivir como un pachá oriental con varias residencias lujosas, un yate y veinte criados mientras sufrían miserias los cubanos
 
FIDEL Y NUESTRA
(SUPUESTA) IZQUIERDA
 
Llevo tiempo sosteniendo que tenemos la izquierda más tonta de Europa –como dirían Hernández o Fernández, los polizontes gemelos de las aventuras de Tintín: “Es mi opinión y yo la comparto”- y que, en parte, la funesta presencia del PP en el gobierno de la nación es culpa suya. No es un logro del que sentirse muy orgulloso, pero parece encajar muy bien en la idiosincrasia local, como nuestro liderazgo indiscutible en abandono escolar y consumo de cocaína. Con la muerte de Fidel Castro, nuestros progresistas de estar por casa se han vuelto a retratar. Sin salirnos de Cataluña, el señor Franco Rabell se apresuró a jalear al difunto, mientras que los cenutrios de la CUP interrumpían uno de sus aquelarres para emitir un tuit con la frase “Hasta siempre, comandante” (me entraron ganas de tuitear una respuesta: “Que te zurzan, comandante”, pero recordé que no estoy en Twitter y que me parece de mal gusto celebrar la muerte de nadie: eso ya se lo dejé en su momento a todos los que descorcharon una botella de cava tras la muerte de Franco sin haber movido un dedo para acelerarla).


Heberto Padilla
(Pinar del Río, Cuba, 1932 - 2000, Auburn, Alabama)
La farsa del juicio que le montaron obligándole a retractarse tras su detención, abrió los ojos de los intelectuales honestos que apoyaban hasta ese momento a la Revolución Cubana

Pasan los años, pero a lo que aquí entendemos por izquierda le cuesta desmontar sus propios mitos. Se sigue odiando –y con razón- al dictador de derechas, pero se es extremadamente laxo con el tiranuelo que dice que es de izquierdas, hasta el punto de que siempre se le ven las gracias y nunca se le critica con la misma saña que a sus homólogos fascistas. No es descubrir la pólvora afirmar que el revolucionario de Sierra Maestra se convirtió en seguida en un caudillo represor que llenó las cárceles de su país y convirtió a sus habitantes en soplones y prostitutas, pero algunos siguen agarrados al mito del guerrillero libertador, puede que para sentirse jóvenes –como los Franco Rabell de este mundo- o porque el coco no les da para más –como los Fernández y Arrufats de ese mismo mundo (¡Ánimo, chavales, os queda Kim Jong Un!).


Guillermo Cabrera Infante
(Gibara, Cuba, 1929 - 2005, Londres, Inglaterra)
Escritor exiliado por culpa del tirano comunista

Al mismo tiempo, nuestras lumbreras de la (supuesta) izquierda son capaces de confundir el minuto de silencio por la difunta Rita Barberá con un homenaje a su discutible figura y ausentarse del parlamento. O insinuar, como hizo el autobusero Garganté, que igual el asesinato de Ernest Lluch tenía su razón de ser. Cada vez que Mariano Rajoy gana unas elecciones, nos llevamos las manos a la cabeza y nos preguntamos cómo es posible que haya tanto español al que se la pela la corrupción y la marrullería. Quizás deberíamos empezar a preguntarnos cómo hemos conseguido fabricar una izquierda tan mezquina, tan imbécil y tan pasada de moda. Autocrítica, le llaman a eso.
 
(Artículo de opinión escrito por Ramón de España y publicado
en su cuenta de Facebook el martes 29 de noviembre de 2016)
 
 
Ramón de España Renedo
(Barcelona, Cataluña, 1956)
Escritor, guionista, crítico y periodista

domingo, 20 de noviembre de 2016

Sobre la decadencia de la educación

 
Alumno pendiente del móvil en lugar de prestar atención en clase
 
ESTUPIDEZ ACADÉMICA ACTUAL
 
Cree el botarate que aprender es arrimarse
a una brasa. Pero si bien lo meditas, observa
que sin la luz interior no expulsarás las tinieblas
de la burda ignorancia. Tienes que poner de tu parte.
 
La gente sigue modas como epidemias virales.
Id est, girando en el aire, lanzar una botella
para que caiga de pie. La cantidad de inteligencia
para hacerlo no requiere ni siquiera el arte
  
El reto de la botella voladora es otra moda imbécil y transitoria
 
de un escarabajo. Parece que pavonearse,
ir por ahí luciendo un corte de pelo aberrante,
es el no va más de la creación entre los primates.
 
Choca a los sentidos tanto narcisismo repugnante,
tanta exhibición vacua de bellacos y mangantes
como uno tiene que aguantar a diario y tragarse.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
  
Ambiente educativo en la mayoría de las aulas del país

lunes, 7 de noviembre de 2016

Cuestionario sobre Erik Vogler


 
Novela negra concebida para mayores de 12 años
 
ERIK VOGLER Y LOS CRÍMENES
DEL REY BLANCO
(BEATRIZ OSÉS)

1. ¿Qué no podía sospechar Erik Vogler?
2. ¿Qué había estado preparando durante varias horas?
3. ¿Cómo le gustaría ordenar sus camisas a Erik Vogler?
4. ¿En qué ciudad vivían Erik Vogler y su padre?
5. ¿Qué error cometió su padre con los billetes de avión?
6. ¿Cuándo se dio cuenta del error?
7. A qué ciudad iba a volar Erik Vogler?
8. ¿Qué noticia macabra dio la radio?
9. ¿Qué música sintonizó su padre para esquivar las noticias?
10. ¿Dónde vivía la abuela de Erik Vogler?

Es una lectura de iniciación en el mundo del suspense dirigida a los niños

11. ¿Cuánto tiempo iba a estar Erik Vogler con su abuela?
12. ¿Cómo se llamaba la joven asesinada?
13. ¿Qué le pasó a Erik la última vez que intentó morder una galleta de su abuela?
14. ¿Qué vio durante una noche Erik Vogler?
15. ¿A quién correspondía la imagen que vio Erik Vogler?
16. ¿Qué edad tenía Sandra Nadel al morir?
17. ¿De qué marca eran los zapatos de Erik Vogler?
18. ¿Le gustaba a Erik Vogler la leche de vaca?
19. ¿Qué objeto apareció en la cama de Erik Vogler?
20. ¿A qué estuvo jugando Sandra Nadel la tarde en la que desapareció?

Beatriz Osés ejerce la docencia de la lengua española en Badajoz

21. ¿Qué obra de Schubert escuchó Erik Vogler?
22. ¿Por qué figura sustituyó Berta Vogler al rey blanco del ajedrez?
23. ¿En cuánto tiempo derrotó Albert Zimmer a Erik Vogler jugando una partida de ajedrez?
24. ¿De qué manera estaba el rey blanco cuando Erik volvió a encontrarlo en su almohada?
25. ¿De qué escritor eran los versos que en un papel acompañaban al rey blanco?
26. ¿Cómo se llamaba la víctima anterior a Sandra Nadel?
27. ¿Qué edad tenía?
28. ¿Cuándo desapareció?
29. ¿Dónde hallaron su cadáver?
30. ¿Quién derrotó a Leo Klein en un torneo de ajedrez?

El libro forma parte de una saga adictiva

31. ¿Quién fue la primera víctima del asesino de Bremen?
32. ¿Quiénes habían estudiado de pequeños en el mismo colegio de Bremen?
33. ¿Quién derrotó a Albert Zimmer en la final del torneo de ajedrez?
34. ¿Qué le arrancó la bufanda de angora a Erik Vogler?
35. ¿De qué marca era la maleta de Erik?
36. ¿Qué perdió Erik Vogler?
37. ¿A quién le pidió Erik Vogler unas llaves de repuesto?
38. ¿Quién venía a ser el rey blanco?
39. ¿Quién tenía las llaves de casa que había perdido Erik?
40. ¿De qué marca eran los pantalones de Erik?

Cuarta y última entrega, por ahora, de la saga sobre Erik Vogler

41. ¿Por dónde entró Adler con la intención de matar a Erik Vogler?
42. ¿Qué hizo resbalar a Adler?
43. ¿Qué le clavó Erik Vogler al señor Adler para defenderse?
44. ¿Quién fue la primera persona que entró en la casa de Adler buscando a Erik Vogler?
45. ¿Con qué dormía a sus víctimas el señor Adler?
46. ¿Con qué arma neutralizó Berta Vogler al señor Adler?

[Osés, Beatriz: Erik Vogler y los crímenes del rey blanco, Barcelona, Editorial Edebé, 2014, 5ª edición, (ilustración de la portada de Iban Barrenetxea), 143 págs.]
 
Beatriz Osés
(Madrid, 1972)
Escritora, licenciada en Periodismo y profesora de Lengua Española